amargo, un frío que se te m
los, el aclamado diseñador, y mi examiga Laura, su musa y prome
rviendo champán en un uniform
arables, tres soñadores,
ándome sin piedad justo antes de esa decisiva audición
ruían su imperio sobre mis ruinas,
labras que me partieron el alma: "Hay gente que simplemente no nació para esto, ¿
la cara, la humillación pública
tencia de años se acumularon hast
la vista, escapé a un callejón oscuro, el
ebatado, y con los ojos cerrados, deseé con
vengarme, para recl
se filtraba por la ventana de un lugar demasiad
fecha: tres meses antes de
lleaba en mi pec
ofía. La chica que confiaba ciegam
nació solo tení
gan