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Historia

Capítulo 1

Palabras:1232    |    Actualizado en: 01/07/2025

n frío que se te mete en los huesos

s del evento de moda más importante de la ciudad, él, un diseñador a

opas de champán en una bandeja, con un u

bles en la universidad, tre

vida, una beca de diseño que me habría abierto todas las puertas. Me manip

mis ruinas, yo luchaba por sobrevivir, acep

o, solo un instante de desdén. Más tarde, mientras recogía vasos vac

to, ¿verdad, amor? Por mucho que lo intenten

a cara. Todo el dolor, la rabia y la impotencia de años se a

aire frío de la noche no aliviaba el fuego que me consumía por dentro. Recordé mi su

ra de mi ser una segunda oportunidad. Una oportu

l de la tarde se filtraba por la ventan

o de la universidad. El calendario en la pared marcaba

en mi pecho. No era u

el trabajo duro, temblaban. Miré mi reflejo en la pantalla oscura de mi computadora. Era

La humillación. El dolor. Todo estaba tan v

e en su novio y su mejor amiga había muerto en ese callejón. La qu

gan

talla se iluminó con las notificaciones de la

sta línea de tiempo, estaba de pie en medio del patio de la escuela co

ue todo el mundo sepa que e

metros de distancia, con una expresión que no era del todo de felicidad. Parecía sorprendida, sí, pero también... incómoda

Carlos era ambicioso, pero nunca había sido tan extravagante y

bía vuelto, significaba que no solo quería el éxito, quería restregarme en la

o le correspondía. La incomodidad de Laura era sutil, pero innegable para mí, que la conocía

largo y posesivo. Laura apenas respondió. Sus manos

lda. Esto era más complicado de l

las voces de los estudiantes emocionados po

sus juegos. Esta vez

aron las páginas, y el conocimiento fluyó de vuelta a mí, no solo como un recuerdo, sino como u

rdar el resultado, pero yo recordaba el trabajo, el sudor y las lá

Que Carlos y Laura disfrutaran de su peque

cada boceto. Las horas pasaron volando. La sed de venganza era un c

acia mi clase de historia del arte, cargando una pil

se esparciero

ba de pie frente a mí, con u

o, Sofi. Estaba tan

on una expresión de suficiencia. Var

voz tranquila y firme, mientra

ayudar, y su voz bajó a un s

de caminas. Tantas cosas valiosas...

La misma clase de amenaza que pr

los ojos. El miedo que esperaba ver en mi rostro n

pasillo ahora silencioso. "Hay que tener mucho cuid

cilar. La sonrisa de Laura vaciló por un segundo. C

mi camino hacia el aula, dejándolos atrás, en medio

zado. Y esta vez, yo

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