ohete casero me alcanzó. Quemaduras en la cara y la pierna. Mi prometido, Patrick, y mi hermano, Máximo, sujetaban con furi
abras flotando en el aire: "Protagonista", "Scarlett", "Obstáculo". Las dulces palabras de Patrick y Máximo se
in dudar. Después, fui testigo de las mentiras de Scarlett, afirmando que yo la había provocado o intentado envenenar. Máximo me miró c
n miserable barrio portuario, obligándome a trabajar en una taberna inmunda. La sociedad y mi propia familia celebraban a Scarlett, mientras yo su
Mi espíritu, forjado en la adversidad, prometió una cosa: sobreviviría. Y un día, les haría p