eados, siguiendo las órdenes de Scarl
do en mal estado. El agua que me daban
natural empezó a recorrer mi cuerpo. Mi mente se nu
Patrick acercarse a la cabaña,
ayúdame! ¡Me siento
. Mi ropa estaba desordenada, mi cara
oz llena de desprecio. "No puedo creer qu
unos papel
entos para anular nuest
ara irse, pero se
a un balneario de lujo en Marbella. Necesita
ome sola con m
ían estado observando, se ace
sita compañía", dijo uno de
k dijo que podíamos
ualquier dolor que hubiera sentido. Me arrastré ha
débil, pero el o
í!", grité, co
ña cabaña, un sonido que se gra