todo, Sofía pasó días pintando a mano un abanico de flamenco, su objeto más preciado, como r
rito agudo desde el salón. Corrí y encontré a Sofía en el suelo, llorando sobre los
arda! ¡Mi mamá dice que tu mamá te
e había entrado detrás de mí, se arrodilló
go se volvió hacia mí, con los ojos llenos de reproche. "¿Qué hace este abanico aquí? Sabes que
marido defendiendo a la niña que acababa de llamar bastarda a su propia hija. Y en ese instante,
e quedó en silencio, me senté frent
ije, con una calma que
sus planos, una sonrisa
tus tácticas para llamar la atención. Te casaste conmigo con trampas,
sin decir una palabra más. Él no me creía. Pensaba que yo era débil, qu
abrí. Era Sabrina. Me había enviado un video. Era un clip de una entrevi
uál ha sido su momento más feliz
Una sonrisa genuina, cálida,
ella se durmió, llevé a Sabrina a la terraza. Teníamos vistas
irrefutable de que yo vivía en una mentira. Abrí las redes sociales de Sabrina. Estaban llenas de fotos de ellos tres en Dubái:
e había mantenido encendida en mi corazón, se ex