pueblo de Oaxaca, la abuela de
un tratamiento que costaba 50,000 pesos. Lina no tenía ese dinero.
praría su "primera gran obra", una colección de alebrijes únicos, por el precio exacto q
sha, fue quien le co
talento y salva a la abuela", le dijo S
n ella, pero la de
ccionista tomó los alebrijes y le ofreció una copa a Lin
co de un hospital rural. Tenía heridas internas graves. La col
razón lleno de ideales, la había esperado fuera del quirófano durante horas. C
Lina? ¿Dón
la humillación, la agresión. No podía arrastrarlo a
una frialdad que la
ue tenía q
s, forzando una e
paga las facturas
o. La incredulidad se transf
e te ve
egunta. Fue u
se marchó sin mirar atrá
después, su
Oaxaca. Estaba en la Ciudad de México, a punto de firmar un contrato con una galería de Barcelona. El
ara escapar de los fa
n quiosco. En la portada, un hombre con un traje caro y una mirada d
ta se había convertido en un
as pertenencias en un modesto hotel, s
Ho
yo. M
fría, irr
tamos v
ortunidad. Una oportunidad para explicar, para
ntó ella, con la
ción de un hotel d
ntana, observando las luces de la ciudad. El traje impecable, el reloj caro
e arriba abajo, con
e, ¿qué hombre rico te ha fi
xplicarle que cada pieza que había vendido era fruto
ra hablar, la puerta de
, entró sonriendo. Se acercó a
ya llegó t
sus ojos brillando
e viniste. Queríamos invitarte
nión era una farsa. Una cruel puesta e
erró al bra
i padre te dio una fortuna para el tratamiento de la abuel
una pizca de duda en sus oj
ce", dijo él. "Tu pa
"¡Mi padre y su madre, tu madrastra,
"Ya escuché suficiente de tus mentiras. Vete
abitación como
ortunidad de irse a Barcelona. La notificación de la galerí
futuro por una