bella, me abra
ultar el olor a tabaco que se
poder controlar los solloz
entrar en ese apartamen
ota, ahogada p
a. La misma muj
o nada para consolarme, solo me dejó llorar. Su silen
iró a los ojos. Sus propios ojos, normalmente llenos de u
una voz ronca que
ón, también ti
edé h
d de Bogotá. Llevaban treinta y cinco años casados y t
Qu
amarga que no le llegaba a los ojos. "Muy guapa, por supu
s pies. Si el matrimonio de Isa y León era u
as. El heredero del Grupo Castillo, el hombre más ca
o incluían apartamentos sec
su bolso de diseñador y lo e
Nora. Unos pepinos podridos. N
que subía hacia el techo
upes. No vamos a
, volviéndose
que ellos llore