sangre en mis venas. Soy Lina Salazar, la última santera de mi linaje, una tradición que mi abuela me entregó como un tes
l heredero de un poderoso cartel, y el otro, su hermano adoptivo, Máximo Castillo. Los cuidé, usando mis conocimientos de hierbas y oraciones. En la confusión de esos días, e
breza de mi pueblo, una vida para nuestro hijo. Le creí. Mi comu
n la pequeña iglesia que habíamos adornado. Pero Roy nunca apareció. Las horas pasaron, co
lo. Su rostro reflejaba una
su voz suave y
o ven
tuvo. Lo miré,
bor, la hija del político. Es una alianza que
s pies. El murmullo en la iglesia se
re las suyas. Me miró directamente a los ojos
lgo más que
como si luchara
.. no fue Roy quien es
ock reemplazando el dol
la. Este niño es mío, y yo me haré cargo de ambos. Cásate conmigo, Lina. Te prometo que
sponsable. Acepté. Nos casamos en una ceremonia improvisada y silenciosa, con el eco de la boda que nu