scarados subió por la escalera principal. Llevaban
jen que escapen!",
ior, nos habíamos escondido, esperando a que Máximo
cometería e
o!", ordené a María, empujando a mi m
de terciopelo, los retratos de generaciones de toreros Castill
podía oír los gritos de nuestros vaqueros luchando
obillo se torció con un chasq
olor a quemado. La desesperación me invadió
rabia era más fu
mamá. Te sacaré
mblaba, pero en sus ojos vi una confianza que me dio fuerzas