barato me asfixiaba.
ermano, Máximo. Sus ojos, llenos de un odio que nunca entendí, me
, susurró. "Ella sufrió por
os sangraron. Pero él no volvió. Me dejó allí, en la oscuridad, mientr
adoptiva, la niña inocente y dulce
esionar a Isabella, que quería ver un "encierro privado", usó las influencias de nuestra famil
a, toda la seguridad de la ciudad
stracción
ara atacar nuestra finca. Prendieron fuego a todo. Yo estaba con
s salvara. Pero su teléfono estaba ocupado. Estaba ocupado sien
taba paralizada. Y Isabella había desaparecido, dejando una
mí, me prometió que todo estaría b
calde le entregaba una medalla por su "valentía",
bía otra vida, protegería a mi madre. Y d
. Y mi prometido, Patrick Lawrenc
truiría