to. Mi padre, un magnate respetado; Sylvia, la hija
lidad era m
ado por la imagen pública. Sylvia y yo éramos su
ue siempre me pareció sospechoso. Después de su muerte, mi padre s
n Sylvia. Para el mundo, éramos rivales. Yo era la som
única confidente, la única pe
nterior no fue solo la
ucción de mi
la crueldad infligida en su cuerpo, se con
me mata
ción, el olor a tabaco cubano..
milia de los lobos que se disfrazaban de aliados. Se trataba de desmantelar el
da anterior fue impu
era un arma. Fría,