ifos -medio borrados por la erosión y el tiempo- aún brillaban débilmente bajo la luz cenicienta. Asha, Kael y Lirien avanzaban en silencio, acompañados por dos guías exiliados: Y
echo-. Se mueven como el fuego bajo la tierra. Nunca repiten asentamiento. Nunca
recibirnos? -preguntó Asha, c
pondió Maeka sin volverse-. Porque
olvió a
ramente, como si bajo sus pies el mundo aún respirara. Kael caminaba más despacio, su brazo derecho ya casi completamente cubierto de obsidian
mas detenidas en pleno danzar. En el centro, una estructura de roca fundida servía de altar: una espiral negra, bruñida, con
o Roto -anunció Maeka-. No se acerquen al al
como la cal del techo. Su túnica estaba bordada con hilos de cobre oxidado que formaban un símbo
ecuerda? -pregu
Portadora de un fragmento de
momento, como si quisiera leerla má
roto. Aquí no pedimos permiso
sin embargo, ese anciano no se parecía a los opresores del templo, ni a los jueces de ceniza que senten
mantenerse erguido-. Está... cambiando. La obsidiana lo c
o observó sin tocarlo. Luego colocó u
ldición. Es u
a eso? -pregun
so recuerdos. Lo que llevas en tu pecho -dijo, señalando el fragmento de ceniza que Asha protegía con una venda de cuero- no es solo un corazón.
rse? -preguntó K
-respondió Ezkhar-. Pe
rededor del altar. Uno de ellos, una mujer joven con tatuaje
ijo ella-. Pero si lo interrumpimos mal, l
Sus ojos aún eran
lo haremos
, y con un cuchillo ritual se cortó la palma. La s
-dijo-. Porque no ol
ro del círculo, donde la espiral del altar parecía latir, como si respondiera a su
su lado,
dría solidificar
jo Asha, más para sí m
El aire se llenó de un aroma metálico, como si el tiempo mismo estuviera oxidándose. Kael respiraba con dificultad. Su b
fragmento lat
n sincronizando -dijo Ez
grieta se formó en la piedra bajo los pies de Kael. No
a el altar, pero
mpes ahora, se
Asha- ¡Él no es una re
abios apenas se movieron,
N
e entrelazaron, fusionándose, como raíce
lenci
yó de r
uvo con ambos brazos. El cuerpo de Kael temblaba, pero sus ojos estaban abiertos
-susur
tió déb
go
un nudo en
lento, como si cada
vance. Por ahora.
-pregu
ndo. Ya no solo proteges el fragmento.
una sombra de d
sentirse alivi
ué debo hacer para ev
por primera vez,
uando todos los Corazones estén reunidos, el equili
a al fragmento oc
o era apenas