se hicieron ceniz
os que ya no reconocí
artamento en Sevilla, un lugar que
enemos qu
o esa calma era más aterr
beca para unirme a la compañía de Antonio Gades en Madrid. Todo por él. T
avier? Me est
la ventana, donde el sol
eguido e
n mis labios, pero se congeló.
, mi amor. Sabía qu
ó para enfrentarme. "Y por
l estómago. "¿Qué..
que tú y yo he
golpearon. No
por tanto... He renunciado a
scendiente se dib
mple bailaora de Granada sin apellido ni conexiones. Yo estoy entrand
ese mundo?" mi voz
cajas. Necesito a alguien que
soltó la b
liendo co
La "niña bien" de la que me había hablado
ue quiero, Sofía. Un futuro q
a la puerta. Mi mundo se había derrumbado en menos de cinco minutos. El amor de
abriendo la puerta. "No
promesa, ahora me quemaba la piel. Estaba sola, en una ciudad extraña, con
-