quedarme sin lágrimas. Mi orgullo estaba herido, pero una pa
fin. No despué
veía la verdad. Tenía que advertirle. Tenía que
antigua compañera de la universidad que con
esito hablar contigo so
a, respondió ca
en la Feria esta noche? Lo arreglamos todo. Javier también es
ción me cegó. Quizás si me veían, si hablábamos cara a
ca, uno que mi abuela había cosido
y rica. La música sonaba a todo volumen y
uidoso. Se estaban riendo. Cuando me vieron, la sonri
itó Isabel para que todos la oyeran. La música pareció
o me miró con una mezcla
blemas," dije, con la voz
ose a mí. "¿Creías que podías venir aquí y recu
Sentí cómo la sangre m
je, mirándola a los ojos. "Solo
us ojos. Pero Javier rápidamente puso un brazo alrededor de su hombro, susurrándole
está funcionando de maravilla. Y t
con un vaso de re
" susurró. "Vuelve a tu p
o deliberado, volcó el conte
i vestido, el vestido de mi abuela. El murmull
cosadora!" me grit
vestido. Miré a Javier, buscando una pizca de la persona que hab
ujando a la gente, sin ver a dónde iba. Las luces d
nunca volvería. Y juré que, de algun
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