familiar de las Bodegas Solera Real, par
ente estudiando, preparándose
hallé me hel
pal, de rodillas sobre las piedras calientes, freg
cía, tardó en
solo bebemos
a de un depredador, y mi padre, Ricardo
uitaron el medallón de
que estaba "feliz" y se arrastró para b
ación más cru
ón me invadieron al ver a
n aniquilarla
liados, los que una vez p
as hostiles, y mi propia fa
azos y, a regañadientes, la arranqué de
n severa, deshidratación, y un cuerpo cubierto de
labra, una furia fría se
que tenía
juro por mi madre que