taller de cerámica, con las man
ba rota por
fallaron de repente. El doctor dice q
a frase. No
elo desaparecía
pregunté, con l
os, mija. Hay q
ía. Vivía al día en la Ciudad de México, apenas pagando la ren
manos, marqué el número de Mateo
u voz sonaba molesta, como
? Estoy en
ave. Necesito veinte mil pesos
otro lado de la lín
historias, Isabela? ¿Ahora usa
ación m
tá en el hospital. Por favor, te lo devolv
itando algo. La semana pasada fue para el horn
! ¡Lo que nos da de come
ela, lo sabes. Tengo que ahorrar. No puedo
icultades. Siete años de mentiras. Yo
u oficina en Polanco. No me importaba su ju
ro entré a la fuerza en su oficina. Estaba solo
e transformó en un
s haces aquí?
a él. La arcilla seca e
ruego. Es la vida de mi
la, con asco. Como s
o. ¿Crees que soy estúpido? Seguramente es un
rré, sintiendo cómo se r
s como tú, interesadas que solo buscan un
había lágrimas. So
sa oficina, sonó mi teléf
ta... ya no agua
de la mano y se estrelló
siquiera