Jerez al
su casa, que también era su tabla
y los restos de lágrimas, y no
ber recibido nunca. Un abrazo de
casa, Elen
ción. Javier cuidó de mí. Me llevó a un cardiólogo,
mi nueva habitación. Javier había traído a la mejor re
jo. "Y los legados
nido de los tacones en el tablao, el quejido de la guit
encontró mirando e
echa de menos",
, Javi. Han pas
a, Elena. Solo due
o h
do. Luego, con los músicos. Y finalmente, una no
mí como un río. Cada giro, cada zapateado, era una palabra de mi h
ico enl
querían ver a "La Trianera Renacida". Vídeos de mis actuaciones se
icias de Mateo. Supuse que estaba f
más importante del año en
gonista. Él estaba en el palco presidencial, rodeado d
tarde, un mensajero elegantemente vestido s
abrió,
bata de cola. Perfectamente restaurada, pero con la ci
la, una carp
abr
entada por uno de los abogados m
uscó entre la multitud,
esta vez, fue su