de cola rota como un sudario, recordé
allo y el dolor en el pecho fue insoportable. Mateo, en lug
ulo a la familia", me había dicho
lí y sigui
z, algo dentro de mí se había r
. Mis dedos temblaban, pero conseguí marcar
vi
ó al seg
ada, como si hubiera estado espe
ablar. So
do? ¿Estás bi
que él no p
quí, Javier.
stás? Voy
s. Me ha
ncio. Podía
onfianza. Un chófer. Estará en la entrada de serv
go, la ventana. Daba a un pequeño ba
uedo s
cindible. Te espero en Jer
en años, sentí una peq
cola rota metida en mi bolso, me acerqué a la ventana. La abrí
atillas de baile me dieron el equilibrio que ne
anteniéndome en las sombras. Un coche
abrió la puerta si
ha y dejó atrás la imponente ve
vida habí