perdía
a tarde, recibí
finca de mis padres e
co
ba aterrorizada, la otra, extrañamente emocionada. Era c
s padres ya estaba aparcado junto al de los padres de Mateo. Las dos
able y unos pantalones de lino. Estaba carismático, tranquilo,
?», me
la cabeza.
también me tiemb
ablaban de negocios, de política, de las próximas vacaciones en Sotogrande. Nos observaban a Mateo y a mí,
upie
empezaba a caer sobre los campos, Mateo se lev
izo en la enorme
voz era firme. «Hay algo que
n en nosotros. Mi corazón
luego se giró
a Vega, con
lante de todos
rtier del bolsillo. La abrió. Dentro, un anill
que éramos unos críos. Sé que esto es repentino, pero a veces
ndo de silen
go, e
se llevó las manos a la boca, con los ojos llenos de l
o absoluto,
guntó por Adrián o por Isabel. Para e
Mateo me puso el anillo
l oído, mientras su madre
ya habían creado un grupo de What
n marcha. Y nosotros estábam