tada. Faltaban diez minutos par
e Madrid me co
n no
eléfono sonaba y sonaba, has
lama está apagado o
a hora aún daba ton
reían. Yo estaba sola, con mi vestido nuevo y mi
tía ri
nviado un mensaj
e es una cena familiar de última
Adrián apareciera en el último segundo, con una excusa perf
s empezaron a sona
on cada golpe de campana la humil
léfono vibró. No era Adrián. Er
cación co
n e I
e. Una de esas fotos perfectas, estudiadas. El texto e
bos dijeron que hiciero
retos, las llamadas
no era el del in
ies me llevaron a la chocolatería San Ginés. Estaba
ocolate co
lo trajo, alguien s
la misma cara que
lo has vist
incapaz
chocolate,
de Reyes. Un viaje a Copenhagu
drián un reloj carísimo
ullo de la gente feliz a nuestro alrededor.
cabrones
logré
en su chocolate con
qué? Que
rmalmente alegres, tenían una d
, So
una p
s liamos
é, con
a de la desesperación. «Nuestras familias se adoran. Casémonos. Antes
Una reacción visceral, u
, rodeada del olor a fritura y azúcar, m
uve la
ept