peó primero, luego el murmullo de voces
los
ó por un instante, un sol
ba m
costado, la cara de Javier, mi guardaespaldas, c
unfante de Sofía mientra
es mío, Isab
la os
pie en el patio principal
e lino, no el traje de amaz
ción bebían y reían. Era el día en que iba a ser nombrad
ó la multitud has
fí
madre, Carmen "La Leona" Montoya, había mandado a hacer para mí. Un d
sostenía la mano, mirándola con una dev
estaba a su otro lado, con una
igilante, estaba Javier, mi guardaesp
mi espalda. No era un
o al princi
aves, la niña que creció a mi sombra, estab
s aquí fuera? Deberí
samente preocupada,
oqueando mi v
edad te está afectando m
egunté, mi voz era
astidio. "Tu mente... no está bien. Lo sabemos todos. Por
ga que hizo que varias cabez
escupiendo el nombre que ella había robado. "Esa muj
Alejandro s
ate!",
heredero de una familia en ruinas que necesita la for
lejandro vol
onó en el patio, acallando l
da. En mi vida anterior, esa bofetada me
endía el fuego
ngre en mi labio. "Golpear a la mujer
us ojos, la furia
ados que nos rodeaban. "Completamen
soy Isabela Montoya, única heredera de este clan. Y esa mujer", señalé a
os es