ños siendo la dispensadora de sang
mantenía atada con promesas vací
ca, los médicos advirtieron
pendía d
uchó la sentencia final de Alejandro: "Que
ozaron, más profundame
escurría, gota a gota
ombre que la despreciaba y por la mujer q
la os
tido
bril
econoció el olor a antiséptico: era la
matrimonio a Alejandro, c
¿Una segunda oportunidad?
se abrió
esesperado: "Sofía, Isabella te
suplicantes, las
ya no er
u propia muerte
l juego ser
no pediría mi