e crédito corporativa apareció en el telé
div
de bienest
iciario no era el s
la distancia de Sofía, su esposa, pero esto era una prueba concret
e. El aire en el lujoso apartamento de Barce
e en su traje de diseñador, y dej
dijo Mateo, su voz m
sirvió una copa de cava de
Mateo. Lo que se
puede
La pantalla brillaba con
é le estás pagando unas va
llenos de una intensidad calculadora, estaban fríos com
. Necesitaba
n viaje de miles de euros c
eo. Hago lo que qui
marido
n sus labios. Se acercó a él,
eso, deberías sabe
sí que cambió de táctica. Sacó su
dad? Eres un artista. Llen
ró la p
es corpulentos estaban de pie en la sala de estar. No tocaban nada. No decían nada. Simplemente estaba
de Mateo
usurró, el horror
adora. "Están allí para asegurarse de que mi inversión e
directament
scutir sobre un cargo en la tarjeta de crédito. Atrévete. Porque no puedo
. Miró la cara aterrorizada de su abuela en la p
do, el hombre de pr
, su voz apenas u
tisfecha. Hizo u
den
teo, los dos hombres salieron de la casa de su a
illa. "No era tan difícil. Ahora, sé un
torio, dejándolo solo en el silencio del
de cavas Valdepeñas, quedó prendada. Lo persiguió con la misma tenacidad que usaba para cerr
rmen nunca c
" le dijo una vez. "Te mira como a un
eía que era amor. Se casó con ella, se mudó a su mundo de lu
as de Sofía. Un influencer de Ibiza, con una sonrisa fácil y ojos vacíos. Vio la fo
pero sí un dolor sordo y constante.
vez, cuando él la confrontó. "No signifi
. Su "amor" era posesión. Su
a que había cruzado. Una línea que demost
dormitorio, sintiendo un frío que no
endió que no estaba
anar. Y acababa de perder la primera bat