ítu
el cor
e abrieron sin aviso previo. El olor estéril del desinfectante apenas logr
ta por un instante...
el día anterior, y esa expresión sombría que mezclaba arrogancia, agotamiento y algo más. Algo que no
raría del hombre que una vez doblegó los índices bursátiles con una
a erguida sobre una pila de almo
xtendiendo una mano débil para acariciar los pétalos-. Siemp
ercó a la mesita de noche
ción, junto al perchero con los sueros y monitores, fingiendo leer el i
día m
bía h
sfera cambió desde el segundo en que él cruzó el umbral. Como
preguntó Ellio
e fuera un segundo. Esa mirada gélida, inqu
por haber tartamudeado-. Pero aún es pronto para dar un pronóstico completo
podré lleva
eciera a su voluntad. Como si la muerte mi
informe. Sus dedos tensos
. Y aunque esté estable ahora, no podemos arriesga
acia ella. Muy cerca. Tanto que per
que le recorrió la espalda. No por
. -leyó su apellido
dijo sonaba a jui
l historial clínico, revisó la vía intravenosa de Margare
rde para el con
Su mirada... fuerte,
a atravesarla so
ción, de su mirada, de sí misma. De ese golpeteo insoportable
iendo revisar otra historia médica, pero en
tación, Elliot se
de quien ha visto demasiado para de
scolocado
hacia ella, como des
ue
es la mandíbula tensa, como cua
entó junto a la cama, mira
ero... creo que ya
on una media sonri
a reconoce ante
ierto era que no podía sacarse esa imagen de la cabeza. El rostr
o poder co
ías p
omía menos y pasaba horas encerrado en llamadas con inversores que cada vez
elegancia. Yessica le hablaba de música, de libros, de medicina... y entre sus manos, l
u tensión-. No solo por los cuidados. Sino por tratarme
ca so
las reinas también pu
gestando. No solo en su cuerpo enfermo... sino en la vida de aqu
tambalear cuando el corazón se ve obli
do la silueta de Margaret mientras Yessica le acomodaba el resp
ra, con una sonrisa que iluminaba su
aún frágiles, tomaron los de
sentir viva. Tú no me temes,
hó la cabeza
ser honesta,
os-. ¿Tienes a alguien? No he visto un anillo en tu dedo... y me parece
ó una risa s
o la medicina. A mis pacientes. Pero si se refiere al amor de pareja... estoy
ó la cabeza.
iego... o
nte -respondió Yessica, en
a no nece
nía una pureza que pocas veces había presenciado. Y por primera vez, deseó vivi
o es el poder... sino cuando este