ítu
de una ma
a morir. La voz del periodista irrumpió entre las paredes blancas de la Clíni
declarar insolvencia. Los movimientos bursátiles reflejan una desconfianza alarma
ró los ojos
ndo. So
ella. Como si el suelo se hubiera agrietado bajo sus pies, como si el cora
li
noticia de negocios. Era una herida
re que ella había admirado en silencio durante años, en la soledad de su departamento, en la penumbra de su sala de desca
ora el mundo lo
Código Ámbar. Sala de Emergencias. Cáncer panc
tó moverse. Lo intentó. Pero sus músculos se negaban. El
a! ¡Nos
puertas se abr
encia. O quiz
él
gro. El rostro más temido de Wall Street, ahora distorsionado por la angustia. Su corbata estab
uela está... -su voz se quebró por
Como se mira a
sos ojos. Esa
al instante, como si algo
itó, corrie
recisión de quien ha entrenado para este momento toda su vida. No para salvar a una
nte? -preguntó, ya p
aba bien esta mañana. De pronto... -
ional. Firme. Pero por
intravenosos y morfina por si hay dolor agudo
os pasillos. Elliot quiso seguirla, pero Yess
trabajar
ntió que todo a su alrededor desaparecía. Las lu
en mí
mera vez en mucho tiempo, alguien
cuenta y si
e Margaret. Reguló su presión. Descubrió
ojos cansados por el esfuerzo... pero viva. Serena. Como
a El
l no e
nfermera-. Dijo que no podía esperar.
a sola vez, conteniendo un suspiro
n el control postoperatorio. Yo m
ectante y un profundo silencio. El monitor cardíaco emitía pitidos regul
entó al bord
aret estaba pálid
or",
ella estaba en el centro de su tormenta, sosteniendo a
rgaret se movie
tomó s
una mejoría sutil pero constante. El cuerpo frágil de Margaret se agitó levem
era apenas un susu
risa suave que apenas ocultaba
a-. Tuvo una recaída esta mañana. Llegó en est
eza, mirándola con unos ojos ca
ás débil. No puedo ni sostener una taza de té -hizo una pausa larga-. Doctora... creo que mere
lavaron como cris
paciente. Era una matriarca, una figura que había sost
, podía hablar. Pero médicamente, era un riesgo. Saberlo podía hundir su
, Margaret ap
que heló su alma-. Prometo no hacerl
re, con un nudo
una metástasis no registrada en sus informes. Está localizada, por ahora... pero es real. Hay tratamientos. No es una
ojos. Una lágrima
.. por no
la inquietaba. El expediente clínico de Margaret era limpio
nces l
la había omiti
iente médico con dedos tensos y salió al pas
no supiera la verdad? ¿Y porqué oc