o, cargado de peligro. De repente, escucho unos gritos. Pequeños lobeznos lloran, sus aullidos son desesperados, llenos de miedo. Mi corazón se estruj
o, una palabra que resuena como
, como si fueran niños asustados, salen corriendo mientras gimotean, derrotados. Me
ría y el tiempo. Su cabello trenzado cae como cascadas oscuras. Hay algo en ella que me resulta fami
NA, ECHOMEN E
ños, pero aún
ro entonces, como si el mundo empezara a desvanecerse, escu
toc
erte, más insistente, hast
ta a la
un salto, como si aún estuviera en el sueño. Me siento agot
tro lado de la puerta-. ¡Nos toca irnos! Apúrat
dejando atrás el sueño que todavía me persigue. Soy Amara Zaria Luparia Yawar, un nombre común, un apelli
toc
e me acabaré el agua caliente. Pero en el fondo, ese sueño sigue ahí, como
a, corro hacia el baño antes de que él pueda reaccionar. Abro la
a, escucho
edes acabarte el agua! -go
es una pesadilla de compañera! -añade, frustrado. Le grito desde adentro, con una carc
cariño-. ¿Qué vas a hacer cuando te cases? Debes aprender a hacerte todas tus cosas, n
ontesto mientras
del baño, empapada y envuelta en una toalla, el aroma del desayuno me recibe como un abr
rco y le doy un beso en la mejilla-. T
dejando atrás nuestras vidas, nuestras familias y nuestros secretos. Hemos trabajado duro para s
e la habitación contigua se abre y de allí emerge Andrew Magnus Blackwood. Su presencia ll
una sonrisa. Él se estira c
n tanto ruido? Amanecer aquí
na- río mient
erosísima Familia Huntintong Vanderbilt. Desde el principio, fue claro que Andrew y Rose tienen algo especial. Se aman profundament