5: Ecos i
tía en mantenerlo alerta desde temprano. Se quedó unos minutos en cama, mirando el techo de su apartamen
abrió su portátil. Tenía algunos informes por revisar, correos que responder, exámenes po
l
nn
a la primera vez que veía a una mujer hermosa en su aula,
n la forma en que anotaba en su libreta con determinación. No era una atracción super
ó la c
s -se dijo
atando de volver al ritmo. Pero la imagen de Hanna seguía
doso. Nunca se permitió una cercanía con sus estudiantes más allá del aula. Pero con Hanna no era cuest
nde a veces escribía ideas sueltas o ecuaciones complejas que se le venían de la nada. Caminó sin rumb
una libreta muy parecida a la que ella usaba. Negra, de t
osas. Antes de salir, se miró al espejo un momento. No era vanidoso, pero se
ue a clase
portátil, abrió su presentación, y fingió revisar c
cuchó la puer