ensamientos. La promesa de una fusión crucial para Ferrari Hotels se volvía cada vez más personal, y la idea de fingir ser su prometi
en el despacho de Ricardo era diferente. Había una atmósfera tensa, como si el aire estuviera cargado de expectativ
-saludó Helena, buscando m
emociones, pero su presencia era imponente. Un sentimiento incómodo creció den
n una voz suave, pero firme. -¿Estás
dos como una condena. Aunque ella sabía lo que implicaba, el recordato
igeramente mientras intentaba mantener su compostura. -Solo quiero entend
torio. Abrió un maletín que estaba sobre la mesa y sacó un
ortunidad de mostrarle que no solo soy un hombre de negocios exitoso, sino un hombre estable emocionalmente. -Se detuvo
n par de detalles adicionales sobre el director rival. Cada línea del documento parecía ponerle más presión
¿Qué debo hacer exactamente? -preguntó,
si estuviera evaluando qué tan bie
a elegante, sé cálida, pero no demasiado demostrativa. La gente tiene qu
emocionales en su explicación. Sabía que, en este mundo de apariencias
buscando alguna respuesta que le diera más cl
ró directamen
Si logras hacerlo bien, no habrá necesidad
sabía que, si no lo hacía, las consecuencias serían graves. Por más que quisiera nega
sa si todo sale bien? -preguntó
r. Era la cercanía física lo que la inquietaba. La tensión se volvía palpable, y, por un i
con un propósito mucho más importante. -Su tono era decidido, casi un desafío. -Pero si algo s
solo una farsa, era algo más grande, con consecuencias que trascendían su propio trabajo. Helena no
e su voz sonó menos confiada qu
egurarse de que ella comprendiera completamente lo que
Seremos una pareja perfecta a los ojos de todos. -Se acercó a
que no conocía, uno lleno de mentiras y apariencias. Pero también sabía que no
esa noche sería crucial para todo lo que estaba en juego. De repente, no estaba segura
la sorprendió. Se veía diferente, como una mujer distinta. No solo una secretaria. Algo