y Gibson triunfó en una exclusiva subasta de alto niv
para la persona a la que más l
a la subasta en televisión desde su casa. Mañana sería su tercer aniversario, y después d
io un suspiro de satisfacción. "Parece que mi nieto
había terminado de preparar una cena
o rápidamente su maletín antes de extende
o para esta noche", dijo el hombre co
tural; incluso el simple acto de aflojar su corbata parecí
empre lograba desanimar a su espo
incertidumbre antes de pronunciar en
Él había comprado esos pendientes de zafiro invalua
ncieron ligeramente. "¿E
tro, ¿verdad?". El corazón de la mujer temblaba por la ansiedad,
nte no esperaba que su esposa, quien se caracterizaba por tener un carácter apacible y
n los labios del hombre, un
rnos y expresivos, pero él se negaba a presumirla ante el mundo; siempre se vestía de una manera demasiado m
sidencia de los Gibson par
ndo en sus ojos, dijo: "Vi la transmisión en vivo de l
ió abruptamente:
su primer amor, Esme Barton, "Finalmente aceptó volver conmigo. Obviame
rujaba dolorosamente, al mismo tie
sentía en deuda era Esme Barton, la
e la esposa devota que permaneció a su lado durante tres
tembló por el dolor: "¿Acaso ya olvidaste quién fue
errinche por algo insignificante, distr
permanente, la responsable huyó, inventando una excusa poco creíble antes de v
nunciada y las invitaciones enviadas; nad
mo momento, la familia Gibson habría protagonizado el chis
tó Cary con dureza. "¡E
uien curó mis ojos", prosiguió el hombre, poniéndose a la defensiva. "Si no hubieran revela
e apenas podía formar palabras
edimientos críticos, llevando sus habilidades y conocimientos al límite; pasó incontables noches sin dormir solo
e terminó llevándos
Confías ciegamente en ca
ll, la única persona en el mundo calificada para realizar esa clase d
elina la última aprendi
a estado Esme supla
gaño de esa mujer, pero rápidamente recordó q
a hacer su regreso; sin Landen, nadi
, ahora ejercía una influencia significativa como líder del Grup
lina preguntó en una voz baja y cargada de amargura: "Entonces,
la mujer sintió cómo la desesperaci
o esto. Será mejor terminar con este matrimonio. Acordamos que sol
¿Cómo podía descartar con tanta indiferenci
nía para cuidarlo desde que se quedó ciego, convirtié
do de divorcio, el cual obviamente había preparado de antemano. "Revísalo, y si no tienes obje
dicaba que solo recibiría un apartamento lejos del centro de la ciudad, un auto de
reíb
ble de su ceguera unos pendientes de zafiro valuados en trescientos millone
s, y mucho menos compensarían los innumerables trabajos que rechaz
y anticipaba más lágrima
na leve risa burlona, tomó el bolígrafo
sus acciones; en ningún momento antic
aba dispuesta a renunciar a su actua
río y claro: "Listo, nuestro divorcio es oficial. Pero Cary,