ron a bailar, le sorprendió gratamente que sabía hacerlo muy bien, ambos se sincronizaron como si hubiesen aprendido juntos
seducida con su agarre y su movimiento de cintura. Justo en este momento agradeció a
eso se debe a que sus padres nunca la dejaron salir a fiestas. No sabía qu
como lo había hecho en la iglesia y le fue agradable sentir que no ponía resistencia
rder la cordur
zó a sentirse muy nerviosa -no podemos irnos, tenemos que seguir el p
rasar lo inevitable, pero él
el salón de fiesta, su padre quiso intervenir
-de ahora en adelante el protocolo lo hago
e indico al chofer que los llevará al
e ocurre llevarme al aeropuerto? Por Dios no traigo ni si
ad junto a su pasaporte-iremos en avión privado, pero si te hace feliz tenerlos, tómalos,
dad de otra persona. En este momento no supo qué fue peor, si ser engañ
o noto que habían llegado, así que abrió la
tenía detalles en oro, tomó asiento donde él le indicó, mientras él le daba las instr
pedir
entras ella tomaba champán, lo bueno es que esa copa sí la estaba disfrutando porque las ant
le dio tiempo de pensar porque cerró la puerta y se colocó detrás de ella para comenzar a besar su cuello mientras sus manos tomaban fuertemente su cintura.
nes que tenía el vestido y con sus manos lo rompió haciendo que cayera a sus pies. Llev
mientras pellizcaba su pezón por encima de su ropa interior de encaje blanco, ella soltó un fuerte suspiro y no tr
ho que su cuerpo le gustaba y eso la hizo sentir segura, ambos tenían una guerra de m
casi dos metros, rubio con sus bellos casi blancos, un pecho con abdominales perfectos y unos malditos ojos verdes aceitunas que te transportan al infierno con solo verlos.
amente y se fue acercando cada vez
uello y la atrajo a s
no hacían más que arrancar gemidos de su garganta mientras sus manos acariciaban cada
ando la ro
prometo que todo lo q
nzó a besar sus pechos de forma brusca, mordía sus pezones y luego pasaba su leng