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laban sobre las teclas, sus ojos cerrados y su mente en calma. Desde pequeña, la música había sido su refugio, su manera de decir al
cos los comentarios crueles que escuchaba a su paso. "¿Cómo puede tocar si no escucha?" decían. "Es rara." Lucía, con una paciencia que sólo alguien
una curiosidad extraña en su vida diaria. Pero el destino, como siempre, tenía sus propios planes, y Lucía pron