de vida activo y saludable. Su piel clara, con un ligero tono rosado, contrastaba con su cabello largo y ondulado, de un rubio cenizo que caía con gracia hasta la mita
, pero fue su inteligencia y ambición lo que la lle
tivas, a desafiar los límites de lo que se creía posible. Su madre, una ejecutiva de marketing, había enseñado a Clara el arte de la persuasión y la negociación desde una
nado el respeto de sus colegas en la industria. Sin embargo, a pesar de su éxito, sentía un vacío que no podía ignorar. La presión constante y el machismo que enfrentaba en su campo a menudo la hacían cue
de comercio y finanzas, prometía ser un lugar ideal para establecer nuevas conexiones. Sin embargo, el verdadero atractivo del viaje radicaba en la posibilidad de negociar con Zay
miración. Se decía que Zayed era un visionario, un líder en el desarrollo de proyectos innovadores que habían transformado la ciudad de Dubái. Pero lo que más
l del desierto, y su cabello negro, corto y perfectamente peinado, acentuaba sus rasgos masculinos. Sus ojos marrón claro eran como un océano profundo, capaces de penetrar en el alma de quien lo mirara,
iones que afectarían no solo a su familia, sino a toda su comunidad. Zayed había logrado impresionantes contratos de desarrollo en toda la región, posicionando a Dubái
ras, admiradoras de su estatus más que compañeras genuinas. Nunca había encontrado a alguien que realmente desafiara su visión del mundo, hasta que Cla
de la persuasión, y se había hecho un nombre como uno de los hombres más influyentes de la región. Pero Clara representaba un desafío diferente, uno que lo intrigaba de maneras que no podía exp
ida, había aprendido a mantener las emociones a raya, a no dejar que nadie interfiriera en sus planes. Pero la llegada de Clara a su vid
después en ambos mundos. Era un juego de poder, y ambos estaban listos para jugarlo, aunque sin saber q