que Bei no se preocupara, negó divertida -Eso esta bien, no lo puedes evitar toda tu vida, voy recoger los b
do, y el olor a tierra mojada me hipnotizaba, el sonido de los autobuses pasar a toda velocidad a unos pocos metros de mí, en la entrada de la estación había un solo chico de seguridad que estaba metido en su
completa imbécil sin educación pero no me atrevía a darle la espalda a Beian y perderla de vista. -Es raro ver a personas nuevas por este pueblo, so
por su voz suponía que era alguien mayor. No escuche un
e un hombre mayor o de alguien ≪no hay manera posible que se haya ocultado o corría cómo maratonista o me lo había imaginado todo≫ Beian le mostró lo p
de las banquetas que estaban solas, deje la maleta a mi lado y me senté junto a ella,
uspire cansada y apoye mi cabeza en su hombro, desde su hombro mire cómo hacia
s estaba estacionando, me moví un poco para que Beian quitara su cabeza de la mía, y eso hizo. Ambas nos levantamos y agarramos las maletas sin decirnos ni una palabra, ya habíamos pasado por esto tantas veces, que solo entrar en el autobús nos deprimía. Le tendí la maleta a la chica, que cómo de costumbre la agarro sin cuidado y la lanzó junto al otro equipaje, éramos las primeras en la fila pero detrás de nosotras no había más que tres personas, la chica hizo lo mismo con la maleta de Beian, ya no decíamos nada, y en el primer viaje habíamos aprendido a no llevar cosas de cristal o que posiblemente se rompa en ellas, en
? se sincera- la pregunta me ha
a de tiempo de lágrimas, puse mi cabeza sobre la suya y fije mi vista en el pasillo del autobús esperando a que los demás pasajeros entraran, con el sentimiento de corazón roto una vez más por ver a Beian así, el autobús estaba bastante iluminado por las cortinas abiertas menos la de nosotras que seguramente Beian había tapado, no había música, y el suelo era de una