ajo de la delgada sábana de algodón rosada. No necesito un despertador si tengo
hayas tenido una noc
aba su dosis matutina de mimos y caricias antes de marchar
mente habrá unas rebanada
y talló su pequeño rostro contra mi mejilla,
gatito juguetón. Tu gan
nadas de jabón que desgarré para ponerlas en su plato de comida. Ni siquiera recordó agra
y fui directo al baño para lavarme
do esto?― me quejé en voz alta mien
todo en ese formato que se movía cuando lo quería editar. Necesitaba pagarle a a
taguardia del asiento para poder estirar las piernas, necesitaba moverme d
ás bien la cena. ¿Por qué no m
ente iluminadas por el ocaso
o de pan con los padr
ífico vecindario. Todos ahí me saludaban con una
dí mudarme cerca de mi centro de trabajo. Aunque era aún muy joven ellos nunca me rechazaron ni se interesaron por mi
panadería sonó y el alegre padre d
verte aquí a esta hora
con la conciencia tranquila. Q
ún que mi esposa no utilizó. Llévala
oma toda. Si sigue consintiendo tanto
tan atlética, serás la únic
n pagué salí del establecimiento sinti
embro más, que me cuidaba a la distancia y se preocupaban por mí aunque me vieran
aban las canchas de futbol, me gustaba ver a esta hora a las personas gritando bullicios
este año que esperaba con ansias verlos competir el me
, como si reclamara mi ausencia durante todo este tiempo. Tal vez sea consciente de que estos dos
que regañarme. Mira lo
casa anticipándose al festín que tendría como cena. Yo, por el contrario, disfrut
rmitió ponerle al pequeño gato una de sus cobijas más calie
día dormir, tenía tantas cosas en mente que era imposible c
dabas por sentado en la vida. Imposibilitada para conciliar el sueño me levanté de golpe y volví a caminar hacia la cocina para servirme un vaso d
e fingir que todo va bien, que la vida ha sido sencill
ento de la planeación para terminar de editarlo. Sacaría provecho a la noche de insom
maullido de Amor interrumpió mi concentración, agaché la vista y rev
enseguida iré c
taba en la mesa antes de irme a recos
despertado pero
onsuelo una vez más. No había ningún ser en esta tierra que fuera capaz de co
as repetidas caricias me quedé profundamente dormida, pero no duró tanto tiempo como hubiese deseado porque Amor nuevamen