al. Aparto la mirada de sus pechos
que me responde inmediatamente, i
iento y me pongo cómoda en la sill
uno de los que atrapé o atrapé, ¿ve
a. Tienes que seguir con tu vida y lo que pasó entre nosotros ya pasó
- ¿Pequeño show? - repito, sin quer
icamente me veo obligado a mirar to
os, que me miran. - No sé de qué est
sacude la cabeza, hablando sólo par
parece familiar y rápidamente ha
quién está hablando. - Tu asesor
stoy teniendo el placer de conocer
llen. Ella mira mi mano y luego mi
señor Fox", murmura. - No voy a to
arme. Esperaba haber resuelto esto a
sé con certeza - coloca una mano
clina leve y casi imperceptiblemente
s una subsidiaria de AnimaLove. Mi
se levanta- también te pido que de
ano al pecho, actuando un poco. -
irritante y arrogante, queriendo d
idido sólo por mis intereses, señor
hacia él. - Quizás no sabes el sign
obligación y no por amor a los a
dejó un imperio de tiendas de mascotas, que no te gusta nada. Traga
pensamientos y me mira. - Busque
bro. - Y ten un buen día. La veo gi
en su trasero me llama la atención,
le de mi habitación. Regreso a mi si
- ¿Y bien, señor Fox? "Dame la dire
maLove. - ¿Con urgencia? Yo sonrío.
. Porque Vanessa sólo necesita c
uedo creer que ese hombre fuera Sam
iene nada, absolutamente nada, que
o ira. Mucha rabia. De diez palabr
, seguro. Samuel Fox habla con abso
o no lo es. Y no lo será. Tal vez sea
an espesa y ruidosa. Se sabe que se
aparte de su belleza con ese pelo rizado, no tiene intención de causa
haría. No, todo lo que sentí fue e
mento, Vanessa? - pregunta mi co
masiado en Samuel Fox. - No, Gordo
adecer. - Solo llámame si tus plan
marse las cosas con calma con el pa
on. Salgo del auto y noto que, al f
uerta de entrada. Cuando me ve, se l
o? Él sonrió. - No. - Si es así, te puedo traer un jugo frío - Me abanico
bién estoy encontrando una excusa
ensando en alguna otra forma de inte
ñana. El viejo, para mi desgracia,
lto, de ojos castaños, muy alto y
tan cerca a lo largo de mis días, lo que signifca que necesito conocerlo
además de las alarmas en todas las entradas de la casa. Timothy dice q
garantiza? En la vieja casa, cuando
nuestra casa a plena luz del día. L
pistola en la cabeza –sin menciona
casa, me hizo volverme cautelosa ha
e noche en mi casa, pero nadie puede decir que no estoy preparado en
o al guardia de seguridad. - Mi no
er. - Tales. Yo sonrío. - Te convien
plicarle: - Perdón si parezco intrus
ía conocerte un poco, a