a manera más cruel que puedas imagi
eso húmedo en el oído y
us carnosos labios están rodeados de una incipiente barba negra,
ieres - sus facciones se endurece
local y me dirige a la parte de atrás. Veo el parqueo y como nos dirigi
ada - señala cuando entr
o? - le pregunto
No
s y él desvía la mirada de
mi muslo, abarcando una gran porción y
ró y todo mi cuerpo vibro co
mis pechos se erguían buscando ese placer que él asegura obtendré. Durante el c
neas rectas de diseño, el ingreso principal con un pequeño volado de techo, al centro las ventanas del primer y segundo piso unidos con eleme
son lo primero que veo y él me indica que suba delante de el. Voy todo el camino tentándolo con los movimientos de mis caderas. Me señala una puerta y la abr
elta sujetando mi cintura con una man
cuestiono con una c
ujuria y una b
itmo sujetando su cabello perdiendo el control y dejándome llevar por el sabor de su boca. Acaricio su lengua y el interio
l que desprende de todo su cuerpo, sus tatuajes me atraparon. Fue tan grande el impacto sexual que produjo
soy Gea - digo con burla cu
iendo mis pechos libres y bajando a donde
ahí escondido. Me tumba, y comienza a lamer mi cuello, sus dedos se escurren por mi, no siéndonle difícil introducirlos debido a mi h
espalda arqueada. Estoy en el punto de descanso al que no se quiere llegar, pero que es necesario para liberarse. Mi postura ya decía que iba a llegar y grite sin poder contenerm
canta. No pude elegir a un hombre mejor para follar. Se pone el co
extiende una sonrisa joco
Sacó levemente la lengua, y con la punta de la misma dibujó el contorno de mis labios, muy lentamente. Mi mano traviesa se dirig
las sábanas y mi trasero, y con la otra me agarra el cabello con firmeza. De una estocada se introduce por completo en mi, provocándome un ronco jadeo, para lu
la mía. Me esta enloqueciendo. Clava sus dedos en mis glúteos y tengo que cerrar los ojos sintiendo como sus gemidos me elevan. El sonido de nuestros cuerpos me sumergen en una realidad distan
as mis piernas le empujan más adentro de mi. Al sentir mi orgasmo sus movimientos se aceleraron haciéndose más rápidos y más pro
muscular, conseguí ponerme en pie. Me vestí y salí de la habitación. Bajo las escaleras mientras le envío un m
lapicero, un cuaderno y no
vuelvo a ver me gustaría
.
al escuchar un au
t