, cerró los ojos y se frotó las sienes porq
as sin desmayarse o algo peor, y todavía quedaban demasiados días para terminar
poca insulina, menos de la que su cuerpo necesitaba; eso le hacía estar cada vez
ial o cualquier otra opción que le diera el dinero suficiente para sus g
ginaba siendo un bailarín profesional, le hacía feliz salir al pequeño escenario cada no
ventana para ser bailarín profesional se iba haciendo cada vez más p
verdad? –le preguntó Seth cuando finalmente
o que no se pasara entre entrenamientos y ensayos los días en los que encontraba bien, y Seth estaba siempre preparado para ponerle un plato de comida
que me vaya en medio del turno.
guro que puedo ganar las propinas de toda la n
ban al escenario, sabes que no me gusta cu
e. –Si no queréis que conduzca, puedo coger un
casa te va a costar
é, pero puedo pe
e se pusiera cómodo en el coche. – Rodrigo, pon di
jo, igual que su madre, hacer algo que le diera más dinero cada mes, Nacho estaba empeñado en ser el mismo testarudo
dome. No quiero trabajar en una oficina ocho horas al día para cobr
mientras conducía. - Si sigues así, acabarás e
imera vez que estoy bajo de azúcar durant
do, que no puedes conducir tu pro
no ser por ti y por Rodrigo, pero ahora solo estoy pasando un mal momento
oncentró en la carretera. No dijo na
se mucho tiempo en pie, con esos andamios oxidad
ra arcoiris, junto a otra del colectivo gay, así como la bandera c
go? Seguimos teniendo una habitación libre. Me da a mí que sería m
e su casa y los peldaños crujían bajo sus pies. –Me cuesta llegar a final de mes, pero lo pago... casi todos los meses
que le lanzó las llaves del coche y esperó a verlo entrar en casa. Podía desmayarse, pero al menos
o cansado, mareado y se sentía enfermo, pero dormir siempre ayudaba. S
. La insulina era muy cara y jamás podría pagarse
ros. Todos hablaban alto, estaban emocionados por su próximo
o, mientras que Martín y su amigo, Shawn, estaban más preocupados por lo peligroso que iba a ser estar en medio de una guerra. Los dos compañeros más
–Kat no tiene ni que trabajar y por mi mejor, así cuando vuelvo me tiene la casa limpia, tiene ganas de cocinar todo lo que le pudo duran
llosos de meterse en medio de una guerra, l
mentras que Shawn, parecía ajeno a todos ellos, con la mente en otro sitio. Mientras q
s planes para el futuro. Quería ir a la universidad pero su familia no tenía dinero para per
ra su futuro y, por mucho que Nacho odiara a la guerra, por mucho que tu
abeza. Era una locura, lo sab
ría en casa por la mañana, durmiendo. Conocía como eran esas fie
u había los bastantes gays en el grupo, las propinas eran buenas y no sería la primera vez en
sto obligado a maarcharse se había porta
por la noche cuando sus padres querían tener un poco d
o poco y tenía una enorme
presa! Pasa, ¿te
gra
estaba a punto de decirle a su
que te encontrabas mal e
ermedad era el mejor modo de no parecer un pirado co
- Nacho bebió un trago de
¿Desde
s no lo sabía, pero es algo que uno puede
tío, lo
por eso estoy aquí. Quería... necesito proponerte algo y espero que n
gún tipo de broma que no entendía bien. Pero ensegu
e abrió y Shawn salió, con la cara de alguien que no est
cho, verdad? Esp
o has hecho una tontería esta noche y p
con Emily y la universidad necesitaba compartir los gastos con alguien. –Nacho asintió y se quedó mirando un momento más a
a Nacho. –A ver, que no me interesan los tíos, pero es fác
estén buenos. Además, no he venido para ver a tu compañero de piso. –Martín le hi
e una broma, pero de nuevo Nacho estaba
ás bro
o soy el tipo de persona q
formal, por eso los chicos e barrio preferían a Shane Hudson que
porque se empeñaba en reservar la insulina para una emergencia y por lo visto
mi seguro puedo permitirme toda la insulina que necesito mensualmente. Pero ayer cuando escuché a tu
roso, pero no lo digo por eso. –Martín alargó la mano a la mesita que tenía al lado y sacó una cajita que Nacho reconoció enseguida. –Voy a pedirle a Emily que s
contigo? –Martín asintió y Nacho lo abrazó. Los nervioso desaparecieron de inmediato y su rostro se il
nto de
un niño, en cierta forma lo había visto siempre como su hermano pequeño, al que había cuidado cuando se había sentido mal y
cupes, me l
cho
demasiado y no quiero que te sientas mal por ello. –miró el reloj. –Y ahora tengo qu
a quien había contado cuentos para irse a la cama. Mejor olvidarlo, se dijo a
maldita diabetes. Pero al mismo tiempo el mareo, las náuseas y el ag
ayudaba a su dolor de cabeza. Aprovechó la hora que tenía libre a
que podría sobrevivir hasta poder ponerse una dosis entera de insulina. "P
turaleza, pero había escuchado la conversación entre Martín y Na
o médico. Podía entender la decisión que había tomado Nacho al pedirle matrimonio a su
tar casado y arriesgar la vida podía ayudarle con su problema y con la
en tipo, lo suficiente para ayudarse mutuamente. Eran dos adult
edirle perdón por lo ocurrido en el bar. No era idiota; sabía que sus compañero
o le reprocharía que hubiera estado escuchando su conversación sin permiso, pero había
Nacho con voz can
Shawn, uno de los
pañero
si te pillo en
eza le seguía doliendo, pero podría p
hay pr
etido, pero esta mañana he escu
haber dicho nada. –Pero al final no... no vamos a hacer nada. Lo últim
o contrario. Quería... quiero ayudarte. No nos conocemos, pero la verdad es que el dinero que dan de
nozco desde que era un crío. Habría sido mucho más fácil para hacer creer a cualquiera que nos hemos enamorado. Además esto es peligroso... si nos descubren, a ti t
inar que estaban enamorados, o algo parecido. Solo lo había v
e iban a convivir juntos. La vieja historia de los baños todavía estaba viva. Otros como Jessie tenían un sentid
píritu de la gente como para saber que Nacho era un guerrero, alguien que no se quedaba callado, que protestaba y que no tenía
directo se lo había hecho ver más claro todavía. Hacer creer que le gustaba era sencillo y esperaba que también él fuera atractivo para N
omún como para saber cosas del otro, d
tamos casarnos antes de que me vaya a Afganistán.
spiró co
pero se encontraba bastante mal como para sabe
vernos y hablar del tema? Supo
orque el último día antes de partir, es tradición que las parejas acompa
s tocaría pasar
pero todos los compañeros de Shawn se iban a imaginar muchas cosas y le
e en la misma cama, solo tenemos que hacer c
imos hace dos noches en el local. Y tendremos que preparar lo que va a pasar en n
te seguí fuera y te conquisté con
ue aparecieran Seth y Rodrigo. –¿Vas a usar el truco del gentleman para convencer a tus compañeros de
línea de teléfono y Nacho pensó que
les sobre las relaciones... aunque bueno, creo que ya les sorprenderá
el macho, el alfa o hay términos que suenan peo
ero son buenos tíos en general, te lo pr
forma de halar y comportarse. ¿Nos vemos esta noche entonces? Tenemos much
o estaba dispuesto a meterse en ese berenjenal de verdad. Pero cada uno por diversos motivo
había ido tras Nacho y sí, le había pedido perdón por el comportamiento de sus amigos
has llamado por la mañana preocupado y te
erá de
es ser un
traído el des
has pr
sesinó con
que cocinar n
encogió d
e eres encantador, saber cuidarme
edazo de la pizza que habían pedido en el apartamento
cho que v
ucho menos que entrara al mundo de la noche y necesitaba un espacio donde ensayar
bas v
no se... ser la cenicienta de la danza. - Shawn se lo
a un striptease, parecía algo más, algo más pro
y se metió un enorme pe
muchas cosas que aclarar todavía. Como
aron de ello por
de qué iba el tema, ejercería de testigo y todo sería muy rápido, una boda rápida en el juzgado, un trámi
casarnos
s dos y les puso delante el a
a Emily, para que
que vivimos es una mierda si tienes que fingir una boda para que la diabetes no te
rte abrazo y entró
masiado tarde, era una boda demasiado rápida, uno de los novios se arrepentía, nadie lo vería como algo extraño dado que Shawn estaba
entras esperaban su turno par
una ceremonia bonita, íntima a más no poder, con un testigo y otras tres pare
de Shawn. Parecía fácil, Shawn estaba igual de asustado que él, tenía el mismo miedo a que les pillaran o incl
omándole las manos mientras la jue
, en la riqueza y en la pobreza
por la cara a la farmaceútica que siempre lo miraba mal su nueva receta, con la que podía consegui
el motel. Nacho lo miró, no era un anillo especialmente femenino y lo cierto era que por mucho que se tratara de una historia ficticia le
cuparía de que le persiguiera. Había conseguido dejar las drogas hacía tiempo pero el fa
los a los dos, nerviosa y algo insegura de cóm
eoría había sido un flechazo y en teoría... era un hecho que tenía unos ojos bonitos y que cuando sonreía la cara de
oco más largo de lo que habían imaginado. Por el realismo, pensaron l