castillo y era medio día, por lo que Reinhard cumplía con su
ad, las habitaciones de la realeza eran enormes y estaban muy sep
a la presencia del propio Reinhard, el más destacado de los usuarios de touki del reino, pero t
manejo mágico del flujo de touki, una energía vital que mejoraba su fu
reino de los elfos, antiguo compañero de Yesfiel y uno
jército Élfico, pero una vez acabado el conflicto bélico, abandonó su cargo para servir a la reina. Ni más
d había sido objeto de desprecio y marginación por parte de su especie
triz vertical que se extendía hasta la altura de su ceja. Vestía un elegante unif
illaba en un hermoso tono azul claro cuando era bañado por los rayos del sol. Este colgante sim
una bendición especial que le confería la capacidad de sanar auto
para ser desatada. Aquella espada era de naturaleza mágica y había sido forjada por uno de los más destacados
Reinhard sabía cómo fue creada. Estaba adornada con entrelazados de oro y plata en espirales que reproducían la forma de las garras de un dragntaba a un dragón enroscado en torno a la funda. Las escamas de la criatura eran una obra de
la espada era
dor rojizo mezclado con el precioso plateado que cubría la hoja. Aquella arma única estaba adornada con enuna súbita explosión de flujo de maná. El maná fluía en cantidades abrumadoras de
os, comenzó a enviar una gran cantidad de touki a
abía de lugar a lugar. En su interior, una densa niebla de miasma que contrastaba con la luz de
el lugar mientras desenvainaba su espada y saturaba su cuerpo
ná y la fuente d
trever su silueta para ocultar su identidad, comenzó a expulsar el miasma que emanaba un des
colocó a una velocidad supers
a el touki debido a la naturaleza divergente de ambos fluidos mágicos, antes de que la espada de Reinhard se abatiera sobre el cuello del ladrón, la figura sombría se distorsio
uivó el ataque por un estrecho margen. Incapaz de completar su corte y sin la oportunidad de
. Con su brazo derecho en alto, empuñando su espada, realizó un corte diagonal directo al cuello del ladrón. No obstante, una vez más, la figura cambió de forma, es
preparó para avanzar, pero una intensa ráfaga de viento conjurada claramente por quien sea que estuviera dentro, lo arrojó hacia atrás, si
siendo expulsado desaparecieron sin dejar rastro. No quedaba ni una pista de los Anales Mágicos, y la expresión impa
cando cualquier indicio de lo que había ocurrido. El aire parecía cargado de
no encontró ninguna pista que lo llevara a los An
reino ahora más que nunca, llenó a Reinhard de una inquietud profunda. A pesar de su apariencia fría y
más tarde, la rein