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Rebecca Klein y William Smith se conocen por aquellas casualidades de la vida que ni nosotros mismos podremos entender, ella pensaba que su destino se había cruzado con el de William porque así estaba escrito en él, no era una mera casualidad, pues desde que cruzaron miradas una sensación electrizante comenzó a recorrer todo su cuerpo. Rebecca o, cómo le gustaba que la llamasen, Becca era la típica niña buena, tímida, no le gustaba llamar la atención, no iba a fiestas, entre otras. En cambio, William, a pesar de su corta edad, había recorrido aquellas calles del placer y había estado viviendo su vida al máximo y sin limitación alguna, aunque de alguna forma constantemente se encontraba buscando aprobación en sus compañeros de parrandas y en sus compañeras de cama. Él se enamora de Rebecca, y al menos eso pensaba, al igual que la hermosa Becca queda perdidamente enamorada de aquel chico tan misterioso y lleno de esas cualidades a las que un día ella aspiraba a poseer, privada de una vida llena de experiencias nuevas debido a sus padres sobreprotectores y a la manera en que ella misma ponía una barrera que la mantenía alejada de todas esas cosas que eran sinónimo de William. Ambos formalizan una relación poco convencional que poco a poco los lleva al fracaso, tienen que poner ambos de su parte y dejarse llevar por lo que sienten y no por lo que los demás dicen para poder salvar su amor, ambos deben crecer para poder dejar de necesitar la validación de su entorno y poder vivir a fuerza ese amor que tanto desean.
«Sin duda el pasado siempre nos perseguirá, el recuerdo de las personas que fuimos, cómo nos comportamos, la manera tan especial en que fuimos reconocidos por los demás, Will, aún te recuerdo, aún una parte de mí sigue extrañándote, no para volver contigo, simplemente anhelando reencontrarse con el hombre que alguna vez fuiste cuando estabas conmigo, cuando intentabas conquistarme»
-Mamá. -dijo mi pequeño hijo de seis años-. ¡Mamá, dónde estás! -exclamó, siempre lo hacía, le daba terror que me desapareciera, algún día aquello cesaría, mientras tanto, aprovecharía de tenerlo lo más cerca posible.
-¡Aquí estoy, bebé! -respondí en un tono un poco algo para que pudiera escucharme-. ¿Le dijiste a tu tío Sebastián que comprase lo que faltaba en casa? -pregunté de pronto.
-Claro que sí, mami. Llegamos con todo. -mencionó-. También me compró una pelota de futbol. -dijo con cierto entusiasmo. Sebastián apareció detrás de él, poniendo sus manos en señal de perdón, también haciendo un puchero, no me gustaba que él tuviera que comprarle esas cosas a Samuel, en especial porque estaba haciendo una colección de balones.
-No te enojes con él, Becca. Fui yo quien quiso comprárselo. -mencionó Sebastián intercediendo por el muchacho-. Anda, Samuel, ve a jugar al patio, todo está bien. -agregó.
-Sabes que no me gusta que le compres cosas a mi hijo. -mencioné sonriendo de lado.
-Y te he dicho que no tengo problemas en comprarle todo lo que desea. -comentó-. No es mi hijo, pero es tuyo y es parte de ti, quiero ser parte de ti, y ya vamos para cuatro años juntos, he visto crecer a Samuel cómo su padre y si no fuese porque tu decidiste que me dijera tío me llamaría papá. -agregó.
-Samuel tiene a su padre. -mencioné sonriendo-. Pero eso no quita que te quiera cómo si lo fueses también.
-Lo sé, no es lo que quería decir. -mencionó-. Ven, sabes que no me gusta que discutamos. -mencionó sonriendo nuevamente, esta vez acercando sus manos a mis caderas para luego jalarme hasta donde estaba y besar nuestros labios-. ¿Ves? Así está mucho mejor.
-No te pases, Sebastián. -dije en apenas un susurro, el recorrido que sus manos estaban haciendo cerca de mi ombligo me estaba torturando lentamente.
-Sabes muy bien que puedo hacer que cambies de opinión a mi voluntad, solo tengo que tocar por aquí o llevar mis labios a esta zona. -dijo en apenas susurros sobre mi oreja, mordiendo levemente el lóbulo de esta, provocándome, haciendo que mi cuerpo se estremeciera debajo de sus manos y sus labios.
La noche nos arropó con su manto, Sebastián se encontraba junto a Samuel en su habitación, estaban viendo una serie de caricaturas, algunas noches me quedaba junto a ellos, pero esta no era la ocasión, estaba preparando el bolso del niño, este fin de semana pasaría con su padre, con Will.
-¿Cómo te sientes? -preguntó Sebastián, rompiendo el silencio que había en la habitación que compartíamos hace algunos años.
-¿Por qué lo preguntas? -respondí sonriendo levemente.
-He notado que últimamente actúas diferente, me gustaría saber por qué. -comentó mientras ponía una de sus manos sobre mi abdomen-. ¿Serás que estás pensando en lo que hablamos la última noche? Lo de intentar tener otro bebé.
-Siempre pensé que no querrías ser padre, en el sentido de que aún no estabas preparado para serlo. -mencioné sonriendo-. He visto cómo has cuidado y protegido a mi hijo, cómo si también fuese tuyo. -agregué.
-¿Y eso significa que...? -preguntó.
-Creo que no tendremos que intentarlo demasiado, Sebastián. -susurré-. Estoy embarazada. Tendremos un bebé y seremos una familia, nosotros cuatro. -agregué sonriendo.
Eva Davies vive atrapada en un matrimonio sin amor por tres años, sin embargo, no puede dejar ir al que ha sido el amor de su vida. Su vida se volvió monótona, aburrida y triste, demasiado triste. Su esposo, Adán, jamás la valoró, es cruel y está enamorado de la hermana mayor de Eva, Victoria. Cuando la tristeza ensombrece el destino de Eva, decide que jamás volverá a dejar que la traten en menos, conoce a Nikolaus Hoffman quien la ayuda con su proceso de negocio y a volver a encontrar el rumbo de su vida. Está vez lejos de las personas que consideró familia alguna vez y escondiendo un secreto que pudo haber cambiado el destino de toda su vida. ¿Podrá Eva volver a enamorarse luego de los maltratos de su ex esposo? ¿Podrá darle una oportunidad al hombre que está dispuesto a darlo todo por ella?
Greco Morelli, un hombre reservado con una mirada fría y desinteresada, un pasado oscuro y dueño de una empresa multinacional de minería, traicionado por las personas que en algún momento amó y en las cuales confió, se aventura a dejar su país tratando de cumplir una vieja promesa, vengar la muerte de su madre. Alexandra, una adorable chica, hija de unos padres conservadores, y con dolor en su corazón debido a una traición de su ex prometido, pasada de tragos amanece en la cama de un desconocido con el cual aparentemente había tenido relaciones. La lujuria y deseo comienza a florecer entre ambos. Los planes de Greco siguen adelante y es que encontró la oportunidad en aquella chica para completar su venganza, después de todo, era la promesa que no solo había hecho a su padre, sino también a su madre. Más pronto que tarde se da cuenta que todo lo que su madre alguna vez le enseñó se ve reflejado en la chica, poniéndolo en jaque consigo mismo, ¿Qué terminará haciendo? El amor es una fuerza poderosa, pero ¿Es capaz de extinguir la llama de la venganza en un oscuro corazón que se alimentó años de ella? Greco tendrá que decidir si perder el único anhelo esperanzador en su vida valía dejar ir todo aquello que aguantó por años, o al contrario, puede extinguirla él mismo y cumplir con su promesa.
¿Qué pasaría si una tarde encuentras al amor de tu vida paseando por la playa? Un amor a primera vista, ¿Te atreverías a hablarle? Khale Mickelson no lo hizo, vio a aquella hermosa joven caminar por la playa, sus pies tocaban el mar y es que esa tarde se quedó en aquel lugar hasta que la chica se fue, deseando con todas sus fuerzas no perder la cordura. ¿De dónde provenía aquella chica? ¿Cuál sería su nombre? ¿Por qué estaría aquí? Después de todo, era evidente que no era de aquella ciudad, todos se conocían. Por otro lado, Cleare Jones tuvo que abandonar todo lo que amaba por los trabajos de sus padres, se tendrá que inscribir en un instituto de personas diferentes... todo en aquel tétrico lugar era diferente a lo que había estado acostumbrada desde siempre. ¿Podrá el amor en ellos? Khale es hijo de uno de los vampiros más reconocidos de su especie, en él recae el poder y legado de su padre una vez muera, a pesar de que en este mundo cada adolescente puede realizar una vida normal, siempre que no se descubra sobre su especie, Khale intenta mantenerse lejos de cada uno de sus compañeros, es un chico solitario que se ve obligado a contraer nupcias con una chica que conoció casualmente en la playa y qué no había dejado de acecharlo durante la escuela. Cleare es una chica obstinada y amante de la fotografía que piensa que todo su alrededor es completamente normal, cuando su familia se muda a una ciudad distinta, en la que al anochecer ningún alma revuela por la oscuridad se siente llamada a investigar el comportamiento de los ciudadanos. Llega a una escuela de personas diferentes, la tensión en el ambiente es demasiada, pero algo capta su atención apenas llega, la mirada de un chico, la misma mirada, los mismos ojos que la atormentaban en sus sueños, cosa que la dejaba aún más consternada. De pronto, también le dan la sorpresiva noticia de que un acuerdo matrimonial se hizo apenas su nacimiento, ¿Quién será aquel chico? Se pregunta, y se sorprende cuando descubre que es el mismo a quien se había decidido investigar. La distancia e indiferencia entre ellos es notoria, pero algo los unirá, el destino, el lazo rojo, eterno, con el que nacemos y nos liga de alguna manera a una persona hasta el día de nuestras muertes.
Nikolay Petrov, heredero de una cuantiosa suma billonaria y del negocio familiar, hijo único, obstinado, entrenado desde pequeño solo para una cosa, matar a quien se ponga en su camino. Nadie se mete con los Petrov, son la dinastía más poderosa de toda Rusia, pero por algunos conflictos y malas alianzas tendrá que abandonar su país natal y buscar refugio en algún lugar de España, ¿Quién lo diría? Probablemente su padre lo vería como una mancha en el legado familiar y no ayudaría a solucionar los problemas que lo veían envuelto. Ivonne Wilson, una pobre muchacha huérfana que quedó a manos de su tía cuando sus dos padres fallecieron, en distintas circunstancias, algunas sospechosas. Tendrá que sobrellevar una vida que nunca le correspondió y que tampoco pidió, su tía querrá apoderarse de todo lo que alguna vez perteneció a su sobrina y a su madre, da orden para asesinarla, Ivonne entre un vaivén de sucesos se escapa y va a parar a la casa que pertenecía a su novio, pero que ahora, casualmente, pertenece a Nikolay Petrov, el mayor mafioso de Rusia. Él le ofrece refugio a cambio de algunos favores que podrían ayudarle a salir de su desastre, pero qué, comenzaría todo este juego en el que el fiel destino nos mete y qué la cruel vida nos destruye.
Una hermosa, pero muy sensible joven se enamora de Leonardo, un universitario extremadamente promiscuo y dominante, además de ser hijo de un multimillonario que maneja empresas en diferentes países y qué, pensaba que nunca se enamoraría, que tenía todos sus sentimientos bajo control, pero una niña se colará en su sistema y lo volverá loco física y psicológicamente, Camila dudará de hacerle caso a su corazón nuevamente, luego de ya haberse decepcionado de Leonardo.
Victoria ha pasado tres años casada con Oliver, amando a un hombre que nunca ha podido corresponderle. Desde el inicio de su matrimonio, Oliver ha sido incapaz de dejar atrás su amor por Zoé, su antigua pareja, cuya trágica muerte lo dejó sumido en el dolor. Convencido de que Victoria tuvo algo que ver con el accidente que acabó con la vida de Zoé, Oliver la ha rechazado constantemente, viviendo en un matrimonio frío y distante. A pesar de sus esfuerzos por ganarse su afecto, Victoria se resigna a una relación sin amor, cargando con el peso de la culpa que nunca ha sido suya. Todo cambia cuando, finalmente, deciden divorciarse. Con la distancia que la separación les otorga, Oliver comienza a ver a Victoria bajo una nueva luz. La ausencia le revela sentimientos que nunca había reconocido, y mientras ella trata de seguir adelante con su vida, él se da cuenta de que quizá siempre estuvo equivocado. Ahora, Oliver deberá enfrentarse a sus propios demonios y descubrir si es demasiado tarde para amar a la mujer que siempre estuvo a su lado.
Mateo Lester, un magnate de 47 años, es un hombre implacable en los negocios y exigente en su entorno. Durante un viaje a Brasil, vive un efímero romance con una mujer. Josabet, una joven aeromoza de 30 años. se traslada a Nueva York al ser contratada por una empresa para un puesto en las aerolíneas de la empresa Lester. Cuando Josabet es presentada ante Mateo como la nueva aeromoza de su jet privado. Ambos se reconocen de inmediato, pero Josabet fingir no hacerlo y todo por un secreto que oculta. Todo cambia en la celebración del aniversario de la empresa, donde Josabet decide llevar a su hijo, dispuesta a enfrentar las consecuencias. La abuela de Mateo, al verlo, queda impactada por su increíble parecido con los difuntos padres de Mateo. La duda queda sembrada y, a partir de ese momento, Mateo comienza a investigar el pasado de Josabet, descubriendo secretos que podrían cambiar su vida para siempre. Sin embargo, una amenaza inesperada surge cuando Natalie, la exnovia de Mateo, una mujer manipuladora y obsesionada con él, descubre la existencia de josabet y su hijo. Consumida por los celos, decide hacerles la vida imposible, dispuesta a cualquier cosa para sacarlos de su camino.
Ella se casó en secreto con una superestrella; sin embargo, su estado civil se mantuvo en conocimiento público. Ella lo amaba como a un perro, tan leal, tan sin vergüenza, pero él la alejaba constantemente solo por su egoísta razón de tomar venganza contra su madre. Después de su divorcio, ella accidentalmente se acostó con un atractivo desconocido cuyos ojos azules exudaban un atractivo sexual extremo, atrayéndola a una inevitable atracción fatal. Él era tan tranquilo y gentil, prometiéndole la felicidad eterna. "¿Ms. Cathryn Riley, se casará conmigo?" Su expresión era seria y sincera. Los dedos delgados del hombre sostenían una caja redonda de terciopelo rojo muy delicada y hermosa; dentro había un anillo de diamante exquisito. Asustada emocionalmente, ella le respondió, "He sido divorciada una vez. Espero que no me haga divorciar por segunda vez de nuevo." Keith sonrió y respondió suavemente, "Mi mundo nunca se ha centrado en nadie. Pero en los días venideros, mi mundo se centra en ti". Ella estaba tan conmovida que no pudo evitar llorar lágrimas de felicidad. Estar con él le trajo una alegría eterna y su promesa eterna reemplazó su sufrimiento por el matrimonio fracasado.
Amar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Debbie quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irónico matrimonio e ir en busca de la felicidad verdadera, apareció su supuesto marido y le pidió que lo intentaran de nuevo. A partir de entonces, Carlos se sentía increíblemente atraído por el espíritu libre y salvaje de Debbie y se enamoró de ella. Él comenzaba a mimarla. Poco a poco, lo que había entre ellos se iba a convirtiéndose en una atracción irrefrenable. Esto es una extraordinaria historia de amor donde descubrirá que, a veces, el amor no está muy lejos de cada uno de nosotros.
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.