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El alma de Vické pende un hilo. Ella se ha enganchado de alguien que no le mira de la misma forma. Sabes, hay una forma de saciar ese vacío con respecto al rechazo. ¿Quieres saber como? Bien, debes impregnarlo en un escrito. Ante esto, ¿cuál fue el error?
-Es obvio que te necesito. -Escuché ese chillido por parte de Ben como por milésima vez, en teoría admitiendo que no podemos estar separados el uno del otro en cada proyecto que se nos pasa por la mente.
-¿Por qué necesitarías mi presencia? Ya sabes que aún no "perfecciono" mi baile -expresé con cierta sonrisa fingida mientras buscaba su mirada en la videollamada que teníamos a altas horas de la noche.
Mi habitación era iluminada por el aro de luz que mi hermana me regalo para mi cumpleaños. Había optado por dejar la casa a oscuras ya que odio demasiado cuando están encendidas por amor al arte.
-¿Podrías dejarte de estupideces? -habló esta vez Triny que se coló en la llamada con su inusual rostro de: ¿Te quieres morir?
-Tengo crisis. -Mentí. Luego de haber mencionado tal comentario me tire a reír como loca haciendo un ademan con mis manos de que evidentemente aceptaré. Por ellos lo que sea, son mis amistades más cercanas.
Esto era un mini proyecto que se ha pasado por la mente a Ben desde hace un par de meses, habrá un evento importante con respecto al baile y él estaba ansioso por crear un grupo que diese lo mejor de sí en aquel prestigioso concurso. No me quería limitar, pero me ponía nerviosa pensar que podría llegar a tocar ese escenario. Lo había buscado desde que tengo quinceaños y nunca lo había alcanzado para ser franca.
Triny podía convencerme con la mirada de que participará. No, ¿a quién le quiero mentir? Es obvio que estaré con ellos por que amo su presencia y las vibras que me dan al bailar. Ben estudia danza, siento yo que ya es un profesional en ello sin tener el título, y a Triny se le da muy bien lo que es el urbano y parte del hip-hop. La verdad es que los admiro, en un futuro quisiera ser como ellos.
Yo no me especializó en absolutamente, pero siento que puedo defenderme un poco en lo que competa a baile.
Esa noche terminamos la charla alrededor de las doce treinta. No nos pasamos a más ya que cada uno tenía sus quehaceres y labores estudiantiles al día siguiente. Recuerdo que ese lunes iba a quedar con Ben para darnos una vuelta un rato. Me hacía falta, sentía que algo dentro de mí me estaba ahogando, pero ¿Qué podría ser? No sentía que el mundo estaba en contra de lo que sea que estaba por hacer, aun así, no parecía ser una semana bonita.
-Siento tener a las personas correctas para este proyecto, ¿sabes? Les tengo mucha fe -hablaba con emoción mientras sacaba su cuaderno dónde supongo que mantenía una lista pequeña de personas a las cuales reclutar.
-¿En serio los buscas? -cuestione con una sonrisa dejando el batido de fresas que había pedido en aquella cafetería. El local mantenía colores pasteles, podría decirse que combinaba con mi jumper rosa y mis botas negras altas. Hice un mohín ante la libreta abierta.
-Estas personas, incluidas tú y Triny son las que tengo en mente. Me hace falta un hombre. -A mi mente llegó de inmediato una persona que podría cubrir tal espacio.
-Con respecto a eso...-Triny hizo acto de presencia una hora después del tiempo estimado. Ese día las clases habían terminado temprano para cada uno así que no tendríamos lío para lo que restaba de la tarde-. Diría que fuese alguien con aspecto muy masculino.
-Primer error: Decir que sea masculino. En esta comunidad no habrá mucho de esos, pero siento que podrían hacer su esfuerzo. Igual es baile -dije, a lo que Triny asintió colocándose a mi lado. Por algún extraño motivo, había plasmado mi vista en el integrante número cuatro que Ben había colocado en la lista.
-¿Podrías hablar con esa persona y plantearle lo que estamos iniciando? -preguntó con amabilidad Ben. Yo asentía intentando pasar la página, pero no, ahí estaba observando el cuadro pequeño con la foto de aquel chico. Parpadee para que no me atrapará en el acto.
-Lo voy a persuadir, uno de los tantos bailarines que conocemos no me dio buenas referencias de él.
-¿Crees que sea imposible lidiar con él? -pronuncia Triny luego de haber pedido un batido de melocotón con galletas de avena- ¿no vas a comer algo? -cuestionó directamente a Ben.
-No quiere comer nada, ¿lo golpeamos? -dije a la chica de cuerpo delgado con corte de tono bajo. En la parte inferior de su escaso cabello se veía cubierto de un color amarillento. Ella sonrió con malicia.
-Pide lo que sea, yo pago -musitó Triny, Ben con cierta vergüenza asintió-. Esperemos poder sacar esto pronto, y que las personas sean responsables.
-Tienen cara de lo que lo son -mencioné sin preocupación. Ben lo afirmó.
-Evidentemente, los convoqué yo. Además, también estará Jonás, así que estamos joya para este evento. -El rostro de Triny al escuchar tal nombre fue un dilema, no evité reírme, yo la verdad sí me sentía emocionada.
Jonás es una persona con las cuales -siento yo- que muchas personas admiran, pero desean evitar. Aún no he convivido con él en un proyecto como tal, así que esperemos que puede suceder durante este período corto hacia las finales.
Una maravillosa tarde fue lo que pintó aquella reunión de los "tres" originales del proyecto que estaba por iniciar. A Triny la pasó a recoger su padre frente a la cafetería, parece tener un compromiso familiar con respecto al ensayo de una boda.
Ben y yo optamos por caminar, el clima era favorable y mientras conversábamos saltamos a un tema poco inusual entre ambos.
-¿Qué ha pasado con él desde entonces? -murmuró con nerviosismo ya que era un tema que me aburría tocar, pero con él era distinto.
-Desde la última vez que me dijiste que dejará su mensaje, no me ha vuelto a escribir. Además, en esta comunidad si sueltas a una encuentras a otra -mencioné con cierto desánimo.
-¿Por qué a nosotros los feos nos pasa eso? -me encogí de hombros abriendo un caramelo que compré antes de salir de la cafetería-. Pero, viéndolo bien, siento que nos podría llegar la persona indicada cuando menos lo esperemos.
Esta vez mi suspiro fue tan grande que parecía haberme escuchado media calle por dónde distraíamos nuestra vista.
-Tú eres lo suficientemente guapo y admirable, solo que ellas se confunden con tanto macho que las persiguen -aludí enojada con ciertos temas de desamor que invadían a Ben. Ciertas chicas las cuales me causan coraje. Pero él, solo sabía sonreír y seguir adelante.
-Mañana quede con alguien para ir a despejarnos. -Mi cara de asco se hizo presente mientras caminaba, no podía juzgarlo, a él le gustaba ese tipo de "distracciones" y por más que odie admitirlo, es una naturaleza del hombre.
-Ten cuidado, no sabes con que loca te envuelves -mascullé mientras desviaba su mirada hacia mí-. Y no te preocupes por mí, yo quiero esperar al indicado. -Até mis rizos con un broche fantasioso que llevaba plasmado una hermosa mariposa de color rosa.
Lo admito, no me gusta el rosa, pero hoy estaba impregnada de ese color. Siento que si no lo combino con el vestuario no vale la pena salir.
-Lo comprendo, es bueno que pienses así -murmuró con orgullo mientras entrelazábamos nuestros antebrazos y caminábamos a pasos lentos hacia alguna estación de metro cercana-. La verdad, no he podido olvidarme de lo que sucedió con ella, por más que este con otras chicas.
-Esto es complicado, la verdad yo te hubiese escogido -aclaré. Solo porque conozco el corazón de mi querido mejor amigo y la forma en que trata a las chicas, simplemente por eso le diría que sí sin pensarlo dos veces.
-Qué bueno, también pienso igual. -Ambos nos reímos. Ese lapso amistoso quedará ahí, ya que nos sentimos cómodos de tal forma-. ¿No será que eres un poco exigente?
-¿Acaso Thony es alguien que da mucho? -Esta vez nuestra carcajada espantó a los que caminaban cerca de nosotros- en él lo único que le hace diferente es que es una persona muy conversadora y sabe hacer amigos. Pero su físico no mata a nadie, tampoco es musculoso, nada, no tiene algo original.
-¿Qué? Es que, a ti te gustan las personas raras -confesó Ben, haciendo que me detuviera por un instante. Intercambiamos miradas- solo mírame a mí. Un metro sesenta y cinco, delgado, con buen Flow. ¿Crees que puedo enamorar a alguien?
-Por Dios, claro que sí. Por qué no es el físico, es el instinto. Sé cómo eres, y créeme, ella no merecía nada de ti. -Hubo un pequeño silencio al momento de comenzar a caminar; Ben y yo llegamos cuanto antes a la estación, y mientras esperábamos el tren el deshizo el agarre entre ambos.
-Creo que aquí nos despedimos. -La luz por medio de aquel túnel indicaba que el tren estaba próximo a llegar. Le mire por unos instantes. Algo me decía que había acordado con una chica.
-Gracias por acompañarme hasta aquí, por favor cuídate y no hagas locuras -comenté con el mayor de mis deseos de que aquella noche le fuese de maravilla, por más que sea algo de un rato debe por lo menos disfrutarlo.
La puerta del tren se abrió, él agitó su mano y yo imite la acción para así comenzar con mí rutina para llegar a casa del rayo. Estaba lejos, lo sé, pero tenía esperanza de no llegar en la noche, eso sí que me da miedo.
Había pasado las dos horas exactas para que terminará mi estadía por la calle. Al llegar a casa me encontré con mi abuelo en la sala viendo noticias, mi hermana en su habitación mientras que mi hermano me esperaba en la mía. Bueno, es que con él comparto recamara, no tengo de otra.
-¡Hasta que al fin! -dijo mi hermosa y enana madre quién se asomó por la puerta. Me senté en el borde mi cama quitando mis botas y estirando mis pies-. ¿Qué tal Ben? -recordé que justo ahora debe estar llegando a casa luego de sus suciedades masculinas.
-Debe estar en casa, también estaba con Triny. -Ella murmuró un: "me alegro". Luego me recordó que había comida lista para que acabará con media olla.
Hice mi rutina nocturna. Me asee, salí a la cocina, me senté en la sala junto a mi abuelo y ahí me quede hasta que el sueño le gano y se fue a su habitación. Vi un par de capítulos de Betty La Fea. Limpie la cocina, y al encaminarme hacia mi habitación me llegó una notificación de Ben. Bueno, fue directa al grupo que manteníamos él, Triny y yo.
«Despierten, momento de reunión urgente»
No sé qué se traía este tipo en manos, pero veo que el comienzo del proyecto nos va a dejar un dolor de cabeza indestructible. Debo admitir que en esta ocasión no sentía deseo alguno por entrar a conversar con ellos. En el lapso que tomé para llegar me tomé la molestia de revisar redes sociales y encontrarme con un par de stories de Thony con salidas de sus amigos.
Posiblemente si les cuento de esa pequeña historia, dirán que estoy obsesionada con alguien que nunca me quiso, y sí, están en lo cierto, mi impotencia creció cuando sentí que ese flacucho no hacía más que burlarse internamente de mí y yo como aficionada intento hacer que le gustará.
Ahora que lo pienso, creo que nunca debí hacer eso, ni darle de mí tiempo. Pero lo hecho, hecho esta y lastimosamente nadie me va a devolver el tiempo que perdí intentando todo para obtener absolutamente nada.
-¿Ahora que sucede fornicaboy? -dije al momento en que me dio por abrir la llamada y unirme. Si no lo hacía de seguro me guindaría de un tendedero.
-¿Qué me dijiste? -Escuché la carcajada de Triny al otro lado mientras mostraba a su gato en la pantalla- en fin, esa no es la historia. El proyecto iniciará dentro de poco y necesitamos por lo menos la canción para plantearla a los demás.
-Me parece -musitó Triny estirándose para así comenzar el circo de las sugerencias.
-Por favor, no manden cosas sencillas, algo que haga rompernos los huesos y dejarnos en el hospital hasta que el mundo termine.
-¿Te fumaste algo antes de hacer la llamada? -pregunté con preocupación. Era evidente que este chico de la danza nos va a hacer sufrir; sus métodos eran efectivos y sí necesitaba ganar debíamos poner de nuestra parte.
-Muy bien, luego no te quiero ver llorando con mi sugerencia -habló esta vez Triny, a lo que Ben se quedó en silencio observando la pantalla.
Yo no podía evitar sentirme ansiosa por este trabajo, la verdad es que el haberme tomado en cuenta para bailar junto a ellos es importante para mí. Y estoy segura de que sea cual sea la canción escogida, estaremos feliz del resultado de aquella competencia nacional.
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