• Esta historia es una sátira. Y como muchos deben saber, una sátira es una composición literaria donde se critican comportamientos, vicios, costumbres, etc.; ya sea con un fin moralizador o burlesco. Aquí tendremos los dos fines (me burlo hasta de mí misma).
• Como está narrada en primera persona, el autor se limita a la mente -que normalmente es dos cucarachitas chocando entre ellas- del personaje. Es decir, que las ideas de ellos no necesariamente representan al autor, esto es ficción en todo el sentido de la palabra.
• Continuando con las limitaciones mentales, ideas, moral, madurez, inteligencia y todas las pendejadas del personaje, les aseguro que encontrarán palabras mal ubicadas, con su significado distorsionadas -tal vez, no estoy segura- y algunas que ni siquiera existen.
• Por último, mi intención no es desprestigiar ni ofender a nadie. Solo es diversión y un poco de crítica a ciertas situaciones que no deberían de ser, pero son. O que tal vez, no está mal que existan; pero, aun así, son cuestionables; y, por lo tanto, nos reiremos de eso. Otra cosa, si buscan coherencia, lógica y sentido..., pues..., aquí no lo encontrarán. Por supuesto, trataré de no violar la coherencia literaria y gramatical; pero desde ahora les advierto: ¡esta historia es una locura! Sin más preámbulos, espero que disfruten la lectura, de la misma forma -o quizás más- de lo que yo disfruté escribirla.