No te alejes de mí

Brooke se tapo la cara con la almohada tras escuchar la alarma de su móvil sonar por cuarta vez esa mañana, se giro para apagar el aparato en donde solo pudo escuchar como este caía al suelo. El día que menos había querido se hizo presente, se destapo la cara con la almohada y vio el uniforme que se encontraba colgado en la silla de su escritorio, la verdad, ella no se sentía para nada preparada para afrontar ese día.

Brooke solo quería fundirse en su cama y así no tener que ingresar como la chica nueva en una escuela que su madre había elegido para ella y en donde seria vista como bicho raro por tener que integrarse para completar el año y medio que le quedaba para terminar sus estudios, en un lugar en donde ya todos se conocían. De mala gana se levanto de su cama y se miro en el espejo que tenia al lado de su ropero en donde se trenzo el cabello bajo la atenta mirada de su reflejo ; una muchacha de ojos cafés claros , tes morena y abundante cabello color castaño le devolvió la mirada cansada. A la chica le hubiera encantado parecerse más a su madre; quien era dueña de una abundante cabellera roja ,unos hermosos ojos de un azul como las aguas caribeñas y un cuerpo curvilíneo que solía ser la envidia de otras madres. En cambio había salido como una copia exacta de de su padre, sobre todo en el carácter un poco condescendiente y un humor algo roto.

Luego de una ducha rápida , se vistió a regañadientes con el uniforme del instituto que constaba de una falda gris con rayas blancas , una camisa blanca con una corbata azul a juego con una chaqueta azul , la cual la tomo en su mano para ir a comer algo antes de salir. Gracias a dios no estaba su madre y solo se encontraba la mujer que su madre había contratado para los quehaceres de la casa, a April Jones le gustaba tener las cosas en orden.

-eso huele de maravilla- dijo la chica cuando la mujer le puso el plato enfrente de ella. -Si continuas alimentándome de esta manera, voy a engordar, Esther-.

- hoy es tu primer día de escuela y es mejor que comas algo que te mantenga alerta todo el día, la la señora April dice que el huevo contiene mucha proteína-. La mujer le sirvió una gran taza de leche que Brooke miro con una ceja levantada. -Tu madre me dijo que esto era mucho mejor que el café-. La chica termino de comer lo que Esther le había servido y luego guardo la comida dentro de la mochila. la castaña tenia la leve esperanza de no tener que comer escondida en los baños como lo había tenido que hacer en alguna ocasión.

-¿llevas todo lo necesario , Brooke ?-. La chica se giro para ver a su madre de pie en la puerta de entrada de la cocina, esta le dio una sonrisa de medio lado mientras miraba a su hija, esta vestía con un traje de dos piezas rosa pálido que acentuaba sus rojos cabellos. Brooke agarro su mochila con fuerza y se coloco un asa sobre uno de sus hombros, su madre era la responsable la de estuviera vistiendo ese estúpido uniforme en primer lugar.

-si , no te preocupes-. La castaña camino hacia el recibidor mientras su madre caminaba detrás de ella , como si se tratara de una sombra. - Esther me preparo el almuerzo y llevo algo de fruta también-. Se giro para mirar a su madre, esta se había cruzado de brazos y la miraba con algo de temor en la mirada, la chica había comenzado a odiar ese tipo de miradas desde hace unos meses.

- me parece muy bien y espero que tengas un buen comienzo de año, cariño-. La mujer dio un paso hacia su hija , como si quisiera abrazarla pero en el ultimo minuto se arrepintió de lo que iba a hacer. -Espero de corazón que este año no haya sorpresas y que tengas un año tranquilo, siento que te lo mereces-. Brooke miro a su madre a los ojos, esas acuarelas verdes la miraban de vuelta como si quisieran fundirse con los cafés de la chica. Pero esta bajo la mirada y aprovecho ese pequeño momento para dejar su mochila en el suelo y ponerse la chaqueta.

- solo voy a estudiar, mamá-. April iba a decirle algo más a su hija, pero no sabia como llegar a la adolescente he hizo que se mordiera la lengua por las cosas que podían molestarla. La chica salió de la casa en donde se encontró con el chofer que tenia el nuevo esposo de su madre y que ya la esperaba con la puerta abierta del coche, la castaña no estaba muy contenta con eso ya que estaba acostumbrada a manejar. Mientras el hombre la llevaba a su nuevo instituto, la chica pudo darse cuenta de lo diferente que era del lugar en donde había vivido cuando sus padres estaban juntos; su padre había sido un hombre trabajador y amaba a su esposa he hija más que a nada en el mundo y fue por eso que cuando el hombre se fue con una mujer algo más joven que trabajaba con él, causo tanto revuelo en las vidas de la castaña y su madre. April tuvo que salir a trabajar mientras dejaba a su hija de ocho años encargada de una vecina y poco a poco termino de pagar las deudas que le había dejado su ex marido. Cuando Brooke cumplió los doce años se fueron a vivir a la ciudad de Ogden, Utah que April comenzó a trabajar en una pequeña librería que conoció a Thomas Jones ; un hombre atractivo que tenia cuarenta y algos, de cabello castaño oscuro junto a unos lindos ojos grises. Se enamoraron completamente y después de dos años de citas a escondidas y besos robados, habían decidido hacerlo oficial contándole a Brooke y a sus amigos. La boda fue algo pequeña y con los amigos más cercanos, pero aún así Thomas le compro un hermoso vestido a su prometida y pago los mejores manjares para agasajar a sus invitados , tenia una herencia con bastantes ceros en ella y trabajaba como medico en una clínica oncológica. Luego se mudaron a una gran casa color azul de dos plantas y gran patio con piscina, su madre había comenzado un pequeño huerto y se había inscrito a un grupo de damas que ayudaban a los desposeídos dos veces al mes y que la mantenía ocupada.

- estaré aquí cuando salgas -el hombre se giro y la miro con una sonrisa en los labios. -Espero que tengas un buen día-.

- no es necesario-.

- lo es, el señor Thomas me lo pidió-. La castaña se despidió del hombre y salió del coche con su mochila en la mano. El esposo de su madre no había podido tener hijos propios, así que trataba a Brooke como si fuera su hija , aunque la chica siempre mantenía las distancias con él.

- esto tiene que ser una maldita broma-. Fue lo primero que paso por la boca de la castaña, cuando vio el instituto . El instituto Saint André ; se mostraba como una escuela católica con murallas grises y sin vida , como una doncella que ha perdido las ganas de vivir. Y por un momento la castaña tuvo ganas de darse la vuelta y salir pitando de ahí, pero tomo el valor necesario y saco de su mochila el horario de clases que Thomas había imprimido para ella junto a un mapa del instituto.

La mañana había ido de manera lenta y torturante para la chica, ya que nada más entrar al lugar , sintió como las miradas se fijaban en ella como si esta llevara un letrero que indicaba que era la chica nueva , o solo tal vez era el hecho de que llevaba en su mano la hoja el mapa del lugar como si fuera un pirata. En su primera clase que era de lengua, tomo un asiento casi de los ultimo y que quedaba pegado a la ventana en donde las miradas seguían sobre ella y se escuchaba uno que otro murmullo que fue callado cuando el profesor comenzó a dictar la clase. A la hora de comida la chica no tuvo un buen lugar para comer y salió al patio para comer con tranquilidad , estaba abriendo su lata de refresco cuando una chica de negros cabellos se sentó frente a ella dejando caer con fuerza una bandeja con frituras.

-¿eres Brooke, verdad?-. La castaña afirmo con la cabeza y la otra chica estiro su mano para apretarla en un saludo formal. -Soy Jennifer Collins , llevo aquí desde hace cinco años y déjame decirte que anteriormente el uniforme era peor-. La chica tenia unos ojos verde pantanoso, una piel blanca como la leche y su negro cabello lo llevaba peinado en una coleta alta.

- eso es mucho tiempo-. Brooke continuo comiendo, mientras Jennifer le comentaba algunas cosas cerca del instituto , como el hecho de que fuera una especie de institución que daba becas a ciertos alumnos y de la cual , Jennifer estaba haciendo uso de una de ellas.

- mi padres tienen una pequeña tienda de productor orgánicos, no ganan mucho pero es suficiente para poder vivir. Me gane la beca debido a mis calificaciones altas, así que ya vez que no soy solo una cara bonita-. Jennifer le guiño un ojo, de cierta forma la chica tenia una vibra de ser algo gótica que de tener buenas calificaciones.

-¿tienes más amigos aquí?-.

- la verdad, no- la morena bajo la mirada hacia su comida. -Soy como un bicho raro según Erica y su sequito de zorrillas-.

-¿quién es Erica?-.

- es la reina del lugar ya que su padre es guionista de una serie juvenil en que la tarada ha llevado a sus amigas como extras y su madre pertenece al comité de padres de Saint André, debo de reconocer que la mujer sabe como conseguir el dinero para la escuela ya que hace dos años fuimos a Aspen para finalizar el año-.

- eso si que te hace ganarte la popularidad-.

- mucho, su novio es el capitán de debate y nos llevara a las estatales si sigue así. Son la puta pareja perfecta-. Brooke miro su reloj y comenzó a guardar las cosas que había dejado tiradas, cuando Jennifer la tomo de la mano para detenerla. -¿Qué clases tienes ahora?-.

-filosofía-. Brooke había apreciado que la muchacha la hubiera acompañado a comer , pero hubiera preferido comer sola y avanzar en el libro que había dejado a la mitad hace un mes.

- si tienes con con el señor Simons, déjame decirte que no esta viniendo a la escuela ya que su mujer tuvo un niño. Gracias a dios por eso ya que no estaba entendiendo mucho su clase-. Jennifer tomo sus cosas y se levanto, la castaña pudo notar en la cola de caballo de la chica que tenia las puntas de un azul eléctrico y del tatuaje en forma de gato que llevaba en su muñeca izquierda.

-¿qué clases tienes tú?-.

-la misma-.

Ambas chicas caminaron hasta la entrada de la escuela en donde Jennifer le conto algunas cosas más que necesitaba saber; como el hecho de no sentarse el matemáticas tan adelante ya que el profesor solía escupir cuando hablaba o que el profesor de química siempre llamaba al pizarrón a los que se sentaban al fondo del salón.

- creo que me has contado bastante-le dijo la castaña sonriendo.

- solo algunas ya que lo que te puede provocar pesadillas lo dejare para otro momento-. Cuando llegaron a la salida, Jennifer tomo su móvil del bolsillo de su bolso y se lo entrego a la castaña. -Y espero poder contártelas el viernes por la noche, tal vez con pizza. Guarda tu número y nos pondremos de acuerdo, suelo ser una tonta al agregar a las personas y suelo poner números de más-. Brooke anoto su número y luego le entrego el móvil de vuelta, una mezcla de querer estar sola y poder tener a alguien con quien compartir hizo mella en ella, pero ya analizaría esos sentimientos más tarde.

-Espero que tengamos otras clases juntas, tu conoces a todo el mundo y siento que soy algo torpe-.

- te aburridas de mi, créeme - le dijo la morena , para luego guiñarle un ojo. -Ahora que tienes mi número puedes decirme Jen o como te plazca, ya inventare como abreviar tu nombre , aunque Brooke no me da mucha esperanza-.

- creo que Brooke bastara-. Las chicas rieron por unos minutos, hasta que un tipo rubio en coche azul toco la bocina y la morena se despidió de ella. Brooke pudo pensar que era su hermano, pero por el beso que Jennifer le dio al conductor, hizo que se diera cuenta de su verdadera relación.

Cuando llego a su casa su madre la recibió mientras se quitaba los guantes, llevaba las mejillas arreboladas y la ropa que llevaba también estaba algo sucia. Pero tenia una sonrisa de oreja a oreja que hizo sentir mal a la chica.

-ya estás aquí, ¿Cómo fue tu primer día?, ¿hiciste alguna amiga? - le pregunto su madre , mientras la chica caminaba hacia la cocina. Esta dejo la mochila en una silla y saco una manzana de la congeladora.

-fue todo tranquilo, el lugar es muy diferente de mi anterior escuela- la chica miro a su madre. -Muy, muy diferente-.

-lo sé, Thomas dijo que era la mejor escuela. Además , el estudio ahí-. Para Brooke quedo respondido el hecho de que Thomas le diera un mapa del lugar. -¿Tienes tarea o algo?-.

- un poco, ¿qué sucede?-.

-nada , solo que a Thomas lo invito a cenar un viejo amigo y me pidió que lo acompañara. No se si quieras acompañarnos o quedarte en casa-. La castaña ya había ido a una que otra cena y prefería apuñalarse con un isopo antes de volver a ir a una.

- suena encantador, pero tengo algo de tarea y me iré a dormir temprano-.

-no llegaremos muy tarde ya que Thomas tiene trabajo mañana -.

-espero que disfruten la cena- acoto la chica y su madre sonrió. Otra vez se había acercado a ella como si quisiera abrazarla , pero no pudiera hacerlo. Brooke trataba de no pensar mucho en la relación que tenía con su madre o con su padrastro ya que a veces la hacia sentirse un poco mal , ambos intentaba darle lo que ella quisiera o necesitara , pero habían cosas que ninguno de ellos sabia y de las cuales la castaña no quería ni necesitaba hablar.

Al llegar a su habitación se quito la ropa y se puso el pijama, puso algo de música para terminar con su tarea y luego ordeno las cosas para el día siguiente, volviendo a meter el libro que esperaba terminar antes de que terminara el año escolar. Ceno junto con Esther para no estar tan sola , la mujer le había tomado bastante cariño a la muchacha y solía preparar alguna que otra cosa dulce cuando la veía triste o solo para regalonearla.

Cuando Brooke se metió en su habitación para ir a dormir, saco una pequeña de zapatos que guardaba celosamente del mundo y en donde tenia guardado sus recuerdos más preciados; fotografías de algunos paisajes que le habían gustado, unas entradas viejas al cine y unas cartas que le había enviado su padre cuando las había abandona para disculparse con su hija ... Brooke había pensado que lo mejor era tirarlas y nunca más saber de ellas, pero también sabia que era lo ultimo que le había dejado su padre y por esa razón las conservaba. Por su mente pasaron los recuerdos del día en que llegó a sus manos la carta y como había querido llenar el vacío que su padre le había dejado, tomando decisiones que nunca habría tenido que tomar si él nunca la hubiera abandonado.