/0/767/coverbig.jpg?v=678fae4d36a137083230dddf2fbc8eb9)
Narra la historia de Saori, princesa del castillo nakamura, hija del emperador Hitochi, quien la ha comprometido con un completo extraño. Kenta, es su amigo de la infancia y también su guardian personal, el cual está dispuesto a hacer cualquier cosa por ella, incluso entregar su propia vida. Saori y Kenta hicieron una promesa de sangre cuando eran niños, prometiendose así permanecer siempre juntos. ¿Podrán Kenta y Saori cumplir esa promesa?
Ser la única en el castillo que posee ojos azules, puede ser una ventaja en este lugar. Algunas personas suelen verme como una maravilla aunque otros suelen decir que poseo algo extraño en mí.
Observé mi reflejo en el espejo de mi habitación encontrándome con mi rostro; piel blanca, ojos grandes de color azul intenso, nariz pequeña la cual armoniza sutilmente con la forma de mi mandíbula y cabello negro el cual recae perfectamente en mi cintura.
Desde niña fui criada y educada de buena manera para convertirme en la esposa de un excelente hombre; al ser la única princesa del castillo Nakamura, mi padre me ha comprometido con un completo extraño. Jamás he visto su rostro... Pero los rumores en el castillo suelen decir que estoy comprometida con un hombre muy despiadado.
-¡Su alteza!, ¿Puede bajarse de allí?-Vociferó con un tono de nerviosismo en su voz-Su padre ha llegado... Y sí la ve me castigará.
Desde la altura del árbol de ciruelo en el cual me encontraba observé hacia abajo encontrándome con el rostro de mi mejor amiga y también dama de compañía, Suki. Quién me veía preocupado con un suave tono rojaseo en sus mejillas.
-Mi padre no tiene porqué enojarse contigo-Suspiré-Y por favor, llámame Saori.
-Alteza, usted podría lastimarse desde esa altura. No quiero que a mí amiga le pase algo malo, eres lo único que tengo...-Susurró bajando su mirada.
-Lo sé, pero ya lo he hecho muchas veces no tienes de que preocup-
Mis palabras fueron silenciadas al intentar bajar del árbol haciendo que cayera al suelo con un sonido sordo; pude escuchar a Suki gritar mi nombre mientras corría rapidamente hacia mí.
-No exageres, este no es un árbol muy alto-Dije riendo seguida por ella quién también comenzó a reír.
La expresión de Suki se congeló completamente mientras observaba hacia dirección contraria de donde me encontraba.
-Su majestad-.Dijo haciendo una reverencia.
Sentí mi cuerpo helarse al escuchar a Suki; me coloqué de pie apresuradamente mientras sacudía mi kimono cuidadosamente con nerviosismo.
-Oh p-padre, has llegado... ¿Co-como te fue?...
-Creí haberte dicho que si volvías a comportarte de esa manera estarías encerrada en tu habitación sin beber ni una sola gota de agua.
-No seas tan duro con ella Hitochi.
-No te metas en esto hermano.
Bajé mi mirada sin decir absolutamente una palabra, pero mi padre levantó su mano y llamó al teniente quien comenzó a dirigirse hacia nosotros; El cual es una persona realmente atractiva, su cabello es de color negro al igual que sus intensos ojos, su piel es muy pálida similar a la nieve, nariz pequeña y rostro masculino, posee gran estatura y es tan solo 2 años mayor que yo
-Kenta llévatela, quiero que la encierres, y que no la dejes salir de su habitación. Espero y te encargues de que no beba ni coma durante 2 días hasta que aprenda a ser una mujer decente.
-Padre, no puedes hacer eso, yo...
-Te lo advertí, ningún hombre querrá una mujer vulgar como esposa-Me interrumpió.
-¿Vulgar?...
Mi padre fijó su mirada en mi furiosamente para luego mirar a Kenta.
-Llévatela, no la dejes salir.-dijo dirigiéndose a Kenta.
-Nunca aceptaré ser como tú deseas.-respondí apretando mis dientes.
-¡¿Acaso no me oyes Kenta?!-Gritó-¡QUE LA LLEVES A SU HABITACIÓN!.
-Como ordene, majestad.
Kenta se acercó a mi con una sonrisa de burla en su rostro mientras sujetaba mi brazo y me obligaba a caminar.
-Suéltame idiota, puedo caminar sin que me tomes como una niña-.Le exigí y golpeé su mano fuertemente.
-Ja, ja, ja, debiste escuchar a Suki, te pedía a gritos que bajases de allí.
-No creo que tengas que dar tu opinión en esto.
-Ciertamente. Pero lo hago porque quiero, no necesito tu permiso.-Dijo sonriendo mientras abría la puerta de mi habitación-Espero y te diviertas en tu encierro, princesa-Guiñó su ojo.
-Afortunadamente te tendré a ti como mi guardián, por lo tanto también estarás conmigo y no podrás moverte de aquí-Lo miré a sus ojos- y si lo haces me escaparé ¡Idiota!-Añadí.
Pude ver la molestia en el rostro de Kenta quien solamente hizo un chasquido con su lengua.
-Te odio-Levantó su mano y la dirigió a mi frente y con sus dedos me golpeó en ella.
-Auch eres un gran-
Kanae risa de Kenta resonaba por mi habitación mientras el cerraba por completo la puerta de esta; Golpeé la puerta intentando abrirla, pero me resultó inútil. Sabía que Kenta permanecería de pie en el lugar y no se iría por ningún motivo.
Tras varios minutos me dí por vencida y me dejé caer en el suelo perdiéndome en mis pensamientos.
Kenta llegó a este palacio cuando yo tenía tan solo 4 años, fue enviado a mi residencia para proteger a la princesa del castillo. Por lo tanto, desde niño recibió fuertes entrenamientos los cuales después de varios años lo llevó a ser el teniente de este lugar y también uno de los mejores soldados.
En algunas ocasiones suele ser muy insoportable, supongo que es porque ambos somos completamente opuestos. Por lo tanto solemos discutir cada vez que nos encontramos... También es mi mejor y único amigo en este lugar.
Ha sido un gran apoyo para mí, mi madre murió cuando tan solo era una niña de 8 años. Mi padre solía decir que se encargaría del responsable que la asesinó... Pero nunca quiso decirme quién fue esa persona. Desde la edad de 8 años he estado sola, mi padre nunca está en el castillo, pero gracias a Kenta y Suki mis días no son tan malos.
-Oye Kenta...-Susurré
-¿Qué?-Respondió.
-Tengo hambre...
-Lo siento pero tú padre dijo que no te diéramos nada de comer ni beber.
-¿Ni tan siquiera porque soy tu amiga?
-¿Amiga?...-Susurró.
-¿Qué?... No puedo oírte...
-Está bien, toma esto.-abrió un poco la puerta y lanzó hacía mi un trozo de pan.
-¿Eh? ¿Pan? Eso no...
-"Eso" era mi comida-Enfatizó-Si no lo quieres con gusto puedes devolverlo.-sonrió sarcásticamente.
-Gracias...supongo.-Suspiré golpeando un poco la puerta.
-Eres realmente molesta.-Dijo con una voz ronca.
-Me molesta que te moleste.
Pude escuchar un suspiro proveniente de Kenta quién aclaró su garganta y habló nuevamente.
-Oye Saori...
-¿Qué? No te devolveré el pan, es mío.
-Oh dios, puedes quedártelo, solo quiero preguntarte algo.
-Dime.-respondí rápidamente.
-Los guardias dicen que tu padre te ha comprometido con un hombre...- dijo en voz baja-Y que pronto te casarás con el...
-Kenta, yo no puedo negarme...lo he intentado muchas veces y aún así...-Suspiré-Decidió tomar su decisión sin importarle lo que yo quisiera..
-Aún puedes huir conmigo. Recuerda nuestra promesa que hicimos de niños... prometimos permanecer juntos. Y sí te casas con alguien yo... No te veré nuevamente.
-¿No es bueno para ti?-Reí-Siempre discutimos, incluso creo que me odias.
-Te equivocas... yo no podría odiarte porque tú...
Kenta guardó silencio repentinamente y cerró la puerta tras el.
-¿Kenta?-Susurré al escuchar unos pasos aproximarse.
-Espero y no le hayas dado nada de comer a Saori ¿Cómo se encuentra?.
-Está dormida su majestad. No ha bebido ni comido absolutamente nada.
*El siempre suele mentir para protegerme... Estoy segura que si mi padre se enterase de la verdad, lo asesinaría por desobedecer sus ordenes.*
-Bien, cuídala, volveré pronto.
-Si su majestad.
Un largo silencio se hizo presente en el ambiente para segundos después escuchar los pasos de mi padre alejarse.
-Kenta... Oye, Kenta-Susurré nuevamente.
-Guarda silencio, aún no se aleja.
Pasaron unos minutos y nuevamente Kenta abrió su boca para hablar.
-¿Qué esperas de tu prometido?
-Espero que sea todo lo contrario a ti, que sea guapo, tierno, cariñoso, y sobre todo que no sea un tonto.
-Oh, pero ¿Qué dices? Muchas mujeres mueren por estar conmigo, soy perfecto.-Presumió-Nunca encontraras a alguien tan perfecto como yo.-Añadió riendo.
-Ja, ja, ja, son solo mujeres tontas que se dejan llevar por tu atractivo físico.-Reí.
-¿Atractivo físico? Espera... ¿Piensas que soy atractivo?.
Pude sentir mi cara ardiendo como fuego la cual cubrí con mis manos.
-¡N-no Idiota!-Balbuceé-He-hermoso es m-mi prometido
-No lo has visto nunca, así que no sabes cómo es.
-Estoy segura que es muy atractivo, tendré hijos con él y seré muy feliz-.Alardeé con voz de niña.
-¿Qué acabas de decir? Yo no...-Suspiró-Ya es hora de dormir Saori
-¿Eh? ¿Te has molestado? Solo bromeo, sabes que no soy así.
-No estoy molesto.
-Puedo escuchar molestia en tu voz.
-Duérmete, estaré despierto vigilándote.
-¿No tendrás frío? Está nevando...
-Estaré bien, duerme.
-Bien... buenas noches, Kenta...
"¿Porqué actúa de esa manera conmigo?"
Cerré mis ojos al sentirme un poco cansada, así que me dejé caer en mi cama hasta finalmente dormir.
-Tu cabello es muy hermoso Saori, estoy muy orgullosa de ti.-Susurró mi madre quien acariciaba mi cabello-Eres una niña muy especial, y cómo premio te daré esto.
Mi madre estiró su mano hacia mi y levantó mi mano colocando en ella un collar de plata en el cual se podía apreciar una gema de color azul con un extraño y desconocido símbolo en el.
-¿Qué es esto madre?
-Guárdalo como un tesoro-Dijo colocándolo en mi cuello-Se te ve muy hermoso, esto reclamará tu puesto... pero tienes que esconderlo de tu padre.
-¿Por qué mamá?
-Es mi regalo para ti y también nuestro secreto, toma.-Sacó de su kimono una carta con un sello rojo-.Se abrirá en el momento indicado.-Sonrió-Ya es hora de dormir Saori... tu madre te ama mucho.-dijo mientras sus lágrimas rodaban por su rostro.
-¿Por qué lloras mamá?.-Pregunté confundida.
-Simplemente estoy muy orgullosa de ti, ya es hora de dormir mi niña.-Dijo dándome un sutil abrazo.
Cerré mis ojos y dormí en los brazos de mi madre, sentía que ese sería el último abrazo que recibiría de su parte; Desperté por un fuerte estruendo proveniente de las afueras de mi habitación, podía escuchar los gritos desesperado de las mujeres del castillo.
-¡Saori quédate aquí, no salgas!.-Exclamó Kenta entrando a mi habitación con una expresión de terror en su rostro.
-¿Qué Está ocurriendo Kenta?
-La señora Kanae tu madre... Tu madre está...
Desperté asustada por el ruido proveniente de la puerta de mi habitación, tomé el collar entre mis manos y lo sujeté con fuerza.
-¿Q-quien está allí?-Pregunté asustada.
-Shhh traje algo para ti.
-Maldición Kenta me has asustado...
-Tranquila, lo siento, quería darte agua, no has tomado ni una gota desde hace casi 1 día...
-Gracias Kenta muero de sed.-Kenta colocó en mis manos un poco de agua la cual bebí apresuradamente mientras observaba sus oscuros ojos los cuales me veían fijamente-Mucha gracias Kenta.
-¿Volviste a tener ese sueño?
-Sí... Nuevamente he soñado con mi madre y mi viejo yo de 8 años...
Kenta cerró sus ojos y segundos después los abrió bruscamente para luego cerrar la puerta.
-Abre la puerta, quiero hablar con Saori.
"Siempre me he preguntado cómo Kenta puede sentir a mi padre cuando se aproxima"
-Si su majestad.
Escuché como la puerta de mi habitación se abría y seguido de esto mi padre entró y se detuvo ante mí.
-Prepárate, conocerás a tu prometido mañana. Espero y te comportes como realmente deberías. Vendrán a traerte tu vestimenta, para que conozcas a tu futuro esposo.
-Padre yo....- mi padre salió de la habitación sin escucharme, dejé escapar un suspiro mientras algunas lágrimas rodaban por mi rostro.
-Saori no llores... Aún puedes huir conmigo...
-Pueden matarnos a los dos ¿Acaso no lo entiendes?.- dije mientras me envolvía en mis sabanas.- mi madre se habría opuesto a esto.
Solo quedan pocas horas para eso
No quiero casarme con ese hombre.
~A la mañana siguiente~
-Despierta Saori, ya vendrán por ti...¿Saori? ¡Despierta, tonta!-Exclamó con molestia mientras halaba las sábanas.
-¡Ay por dios!, que molesto... estoy despierta.
-Me alegra saber eso-Rió caminando de vuelta a la puerta en la cual levantó su mano-Pueden entrar, su alteza está despierta.
"Todo por este estúpido compromiso..."
Rápidamente entraron las doncellas de la corte, quienes me levantaron y desvistieron rápidamente.
-Puedo hacerlo sola, ¿saben?.-dije mientras una de ellas tomaba mi ropa.
-Lo siento alteza, su majestad nos encargó hacer este trabajo perfectamente.
Dejé salir un suspiro, a fin de cuentas ellas no tenían culpa.
Al observar mi cuerpo desnudo ante el espejo, fijé mi mirada en la marca de nacimiento la cual se sitúa en mi costilla izquierda; pero una de las doncellas observaba fijamente aquella marca con una expresión de sorpresa en su rostro.
-Puedo hacerlo yo misma.-Repetí tomando mi ropa.
-Lo siento su alteza, no podemos permitirlo.-Dijo observando al suelo.
Minutos después de vestirme, las damas salieron de mi habitación; al mirarme al espejo, tenía puesto un jūnihitoe de color rosa, muy maquillada para mí gusto, pero es lo que mi padre hubiese querido.
-¿Puedo verte?-.Preguntó Kenta casi susurrando.
-Adelante, antes que venga mi padre.
Los pasos de Kenta resonaban en mi habitación para luego detenerse ante mí observando con sorpresa.
-Te ves muy hermosa, nunca te había visto así-Sonrió- Ese hombre es muy desafortunado Saori, se casará contigo, tendrá que soportarte.
-Eres un idiota, creo que quisiste decir que es muy afortunado de tenerme-Repliqué haciendo que riera ruidosamente.
-Bien, alístate, tu prometido ya está aquí. Tienes que ir a conocerlo-Susurró-Tengo que escoltarte hacia él.
-¿Podrías mantenerte cerca? No quiero que te alejes, estoy asustada...
Kenta se dirigió a mi observandome fijamente a los ojos, con una expresión que nunca había visto de su parte.
-Siempre estaré contigo Saori, no pienso alejarme.
-¿Es una promesa?-Sonreí.
-Es una promesa-Afirmó- como en los viejos tiempos. Ahora vayamos.
Kenta caminaba despacio hacia el lugar de encuentro, lo cual me estaba impacientando.
-¿Podríamos apresurarnos? Quiero terminar con esto ya...
-Eso harás Saori, solo aguarda.
Tras varios minutos ambos nos detuvimos ante una gran puerta de dónde provenían voces.
-Su majestad, la princesa ha llegado.-Anunció Kenta
Al abrir la puerta, pude ver a un chico de ojos grises, cabello café claro, quién permanecía sentado ante mi padre mientras tomaba sutilmente de su té, para luego dirigir su mirada hacia mi, se levantó haciendo una reverencia.
-Es un placer conocerla, su alteza. Mi nombre es Reiji.
-Un gusto conocerlo, mi señor.
Elizabeth, logró convertirse en la esposa de Logan Novak. Siendo este, un matrimonio arreglado, por sus padres, sin embargo, Elizabeth, ama a Logan desde que lo conoció, pensó, que al ser su esposa, su mundo cambiaría, pero, Logan, detesta a Elizabeth. Tras humillaciones, desprecios e infidelidades recibidas por parte de su esposo, Elizabeth decide terminar con todos su sufrimiento, recibiendo la ayuda, de su mejor amigo, Benjamin Lavigne. ¿Que hará Logan, en cuanto vea a Elizabeth en brazos de otro hombre?
Tras haber perdido a su hermana e hijo, YongHa fue asesinado junto a ellos, despertando así 20 años después como un ser completamente diferente, siendo inmortal. Mismo rostro, mismos recuerdos, pero diferente clase social. A pesar de ya no poseer a su amado hijo y hermana, YongHa tiene algo en mente y es tomar venganza contra el asesino de su familia, el rey Soon. Pero al hacerlo, tomará como prisionera a la princesa SuHee, y terminará enamorándose de la hija del hombre a quien ha jurado destruir.
Tal vez ella debió haber acabado por completo con su vida aquella vez. Pero había algo de lo que estaba completamente segura que debía hacer, y eso era volver a dónde pertenece. Pero jamás imaginó que todo resultaría de esa manera... Megan lleva una vida normal al lado de su madre, hasta que una serie de acontecimientos golpean su vida repetidamente llevándola a recordar todo lo que olvidó de su vida pasada. Y con sus intensos sentimientos por aquel hombre el cual está dispuesto a hacer lo que sea por tomarla. Pero, hay alguien más capaz de dar su vida a cambio, para alejarlo de ella. Incluso si eso lo llevase a romper las reglas...
Sara tenía una vida perfecta al lado de su amado, pero una sucia jugada del destino se lo arrebató todo. Tiempo después de aquel trágico accidente Sara conoce a Evans un clásico fuckboy que intentará intimidarla, pero, descubrirá que Sara no es la "Chica tímida" que el imaginó. Al conocerse uno al otro cambiaran por completo sumergiéndose en una historia llena de amor.
Segunda obra Al ser un príncipe híbrido con cualidades muy notorias, llamará la atención de muchos demonios y deidades, pero aún más la de Amane. Una simple humana la cual será la unica capaz de conocer verdaderamente a el príncipe híbrido Hikaru, llevándolos a enamorarse uno del otro, pero... ¿Qué pasará en el momento perfecto en el cual su amor se vea perturbado por una ley para humanos como la muerte? Esta obra contiene: •Sangre verdadera (Capitulo 1 al 55) •Sello de sangre (Capitulo 56 al 110) ••Otras (capitulo 111 en adelante)•• *Primer libro: promesa de sangre*
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.
Charles tenía novias diferentes cada día del año, nunca salía con la misma chica. Su nombre había sido vinculado a innumerables mujeres. Autumn, por su parte, se vio obligada a casarse con Charles sustituyendo a su hermana, quien se había escapado. Su único deseo era divorciarse después de un año. Ninguno de los dos había esperado que se enamoraran el uno del otro. Tampoco esperaban que el mundo entero los desafiara. Una ex novia quien causa problemas cada dos por tres. Una hermana fugitiva quien regresa con la intención de recuperar a Charles. Una suegra que siempre se entromete en sus momentos íntimos. ¿Te gustaría leer más? ¡No dudes! ¡Vamos allá!
Durante sus tres años de matrimonio con Colton, Allison ocultó su verdadera identidad y se esforzó de todo corazón para apoyarlo. Sin embargo, fue traicionada y abandonada por su esposo infiel. Desanimada, ella se propuso redescubrir su verdadero yo: una perfumista de talento, el cerebro de una famosa agencia de inteligencia y la heredera de una red secreta de hackers. Al darse cuenta de sus errores, Colton expresó su arrepentimiento: "Sé que metí la pata. Por favor, dame otra oportunidad". Sin embargo, Kellan, un magnate que se suponía que era discapacitado, se levantó de su silla de ruedas, tomó la mano de Allison y se burló desdeñosamente: "¿Quieres que te acepte de nuevo? Sigue soñando".
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".
Pensé que mi matrimonio podría seguir adelante. El amor platónico también era amor, ¿sí? Pero, estaba totalmente equivocada. Resultó que mi marido no tenía nada malo de cuerpo, todo esto solo porque no fui de su gusto. Conmigo, era un hombre anormal en la cama. Pero con mi madre, ¡podría hacer todo lo que ella deseaba! Y el día, ¡los encontré en la cama juntos! Sin querer afrontar a ellos, decidí saltar del puente. Pero un desconocido me impidió, y me ofreció una propuesta especial. Y yo la acepté, y le entregó mi primera vez por capricho. Después de una noche loca, hui de su casa pensando que nunca volvería a encontrarnos. Luego fui a la fiesta de compromiso de mi tía, y ella hizo alarde de su fiancé frente a mí. Pero este era el mismo desconocido que pasó la noche conmigo. ¡¿Y él pronto sería mi tío político?!