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Me llamo, Amira del Castillo soy una mujer fuerte, independiente. Que ama a su familia por encima de todo. Mi hermana Olivia y yo somos gemelas. Muchos pensarán que, somos iguales. No podrían estar más equivocados. Sí. Somos iguales físicamente, pero soy una mujer autosuficiente. Sin embargo, mi lazo con Olivia es fuerte. Solamente una vez coincidimos él algo. Durante nuestro cumpleaños, conozco a un hombre guapo por error. Me atrae. Sin embargo, todo se vuelve una pesadilla. ¡Es el novio de mi hermana!
Sentada en la playa disfrutando del sol, la arena, buena música, tragos, amigos y un hermoso mar de un color azul claro. El más lindo que puedes ver en los Roques me siento la mujer más bendecida del mundo, me acabo de terminar mi posgrado en Contaduría pública y estas son mis merecidas vacaciones
Soy Amira del Castillo tengo 24 años soy blanca, con cabello negro lazio y largo hasta la cintura. Soy tamaño promedio como diría mi madre ni muy alta ni muy baja, mis ojos son color miel y tengo un cuerpo con curvas de reloj de arena. Todo esto se lo debo a mi madre se llama Marta Spirit es una Venezolana bellísima y sus genes no se pueden perder.
Mi padre es Mexicano se llama Cristóbal Hernández así que soy una mezcla de culturas y sabores.
Ellos hicieron su vida en México, mi padre se llevó además a mi madre con el y se casaron, de esa Unión dió un resultado doble ya que tengo una hermana gemela, se llama Olivia somos dos gotas de agua pero a veces tenemos gustos diferentes.
Por eso yo me encuentro terminando de prepararme en Venezuela y ella ya culminó su carrera de Ingeniero de computación en el D.F en México.
Esta es mi última semana en Venezuela pues ya quiero regresarme a mi hogar, extraño a mi familia y quiero estar con ellos.
-Amira, despierta vamos al agua-Me dice Victoria
Victoria es un amiga de infancia, mejor dicho es mi segunda hermana. Ella se vino a estudiar conmigo aquí en Venezuela y ambas regresaremos a nuestro hogar próximamente, ella es muy divertida, le gusta las fiestas y compartir con los demás.
Le sonrío y niego con la cabeza, ya he estado mucho tiempo en el agua y solo quiero descansar. Aunque presiento que este sol inclemente me provoca insolación.
La observó como se divierte con unos chicos que yo nunca he visto. Esta mujer hace amigos en cualquier lugar mientras yo le pongo mala cara a todo el mundo, no sé cómo, pero se le da natural.
Cómo no quiero arruinarle lo poco que queda de tarde me aguanto las ganas de llamarla y pedirle que nos retiremos. Pues no la dejaré sola con estas personas desconocidas, ni hablar dejarla aquí.
Espero que se hagan las cinco y ahora sí me pongo en plan de mamá regañona, me levanto comienzo a recoger mi bolso, mi toalla, mis cosas y grito
-Victoria ya debemos irnos
Ella no escucha esta tan concentrada hablando que no escucho o tal vez se hace la sorda. Comienzo a acercarme a la orilla de la playa y le vuelvo a decir
-Vico ¡Ya vámonos!- Así la llamo de cariño
Esta vez sí creo que me escucho
-Hay voy Amira-Me dice mientras se despide de los chicos que la acompañan y viene por sus cosas
Tiene una risa de oreja a oreja. Me contenta que la pasé bien
-¿Te diviertes?-Le pregunto al verla ya sonriente
-Si, son muy divertidos. Además, de guapos-Me dice mientras recoge su bolso.
Se va dar un último baño y nos vamos a nuestro cuarto de hotel. Nos estamos quedando en la posada hotel Acquamarina
Victoria termina de sacarse un poco el agua salada y nos vamos al hotel. Queda a escasos metros de la playa así que llegamos a el muy rápido.
Tomamos el ascensor
-No tengo ánimos de nada, quiero darme una ducha y dormir-Le comento a Victoria mientras recuesto mi cabeza a la pared del ascensor
-Si, este día fue muy largo. Voy a pedir comida al cuarto-Me informa mientras se abren las puertas del ascensor.
Camino sin ánimos y por fin llegamos a nuestro cuarto. Es un cuarto grande, parece un apartamento, tiene área de recibo, un pequeño comedor, baño espacioso y dos camas enormes que me llaman desde hace una hora.
No me dan ganas ni de bañarme, sólo quiero lanzarme en mi cama y no saber más de mi hasta mañana. Pero debo sacarme bien esta sal de mi cuerpo y de mi cabello, así que en contra de mi voluntad camino como zombie a darme una ducha.
Mientras intento llegar al baño Victoria me habla
-¿Que quieres comer?-Me pregunta mientras está al teléfono
-Lo que quieras, pero que sea algo crocante acompañado de gaseosa y papas-Le digo mientras entro al baño
Me fascina la comida chatarra, la amo pero mi cuerpo no.
Lucas Salvatore es un hombre con una cuenta pendiente que saldar. Después de ocho años, es tiempo de cobrar esa deuda. Sin embargo, Ginna sigue removiendo sentimientos en él, ¿Podrá llevar a cabo sus planes sin salir lastimado en el intento? Gianna Bianchi ha sufrido la pérdida de seres queridos, incluyendo el perder al amor de su vida. Él cree que se fue de su lado por no amarlo, pero Gianna solo quería evitarle sufrimiento al hombre que amaba. Años después, debe verle a la cara y aceptar el chantaje para así salvar lo que le pertenece. Podrá Ginna ayudarle, y alejarse sin que él descubra el secreto de porque se fue hace años. Ambos lucharán contra lo que sienten y quizás pierdan de nuevo sus corazones en una batalla de voluntades. Te invito a disfrutar de Lucas y Gianna. Dos almas dispuestas a luchar para obtener lo que quieren, ¿Lo lograran?
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
Después de ser incriminada por su novio y su mejor amiga, Nicole terminó pasando la noche con un misterioso extraño. Ella disfrutó mucho de la cita inesperada, pero cuando se despertó a la mañana siguiente, no pudo evitar sentirse mal por lo que había hecho. Sin embargo, toda la culpa que sentía se le pasó al ver el rostro del hombre que yacía a su lado. "Es realmente... hermoso", susurró, asombrada por lo que estaba viendo. La culpa se convirtió rápidamente en vergüenza, y eso le hizo dejarle al hombre un poco de dinero antes de irse. Kerr estaba asombrado. "¿Esa mujer trató de pagarme? ¿Como un prostituto?', pensó ofendido. "Pide al gerente del hotel el video de vigilancia", le ordenó a su asistente con tono autoritario. Tenía una expresión decidida en el rostro. "Quiero saber quién estuvo en mi habitación anoche, y cuando encuentre a esa mujer, ¡voy a enseñarle una lección!" ¿En qué terminará esta historia? ¡Averígüelo en El CEO Y SU ENCANTADOR HIJO en Manobook!
Madison siempre había creído que se casaría con Colten. Pasó su juventud admirándolo, soñando con su futura vida juntos. Pero Colten siempre le fue indiferente, y cuando la abandonó en el momento en que más lo necesitaba, por fin se dio cuenta de que él nunca la había amado. Con la determinación de empezar de nueno y sed de venganza, Madison se marchó. Tenía por delante un sinfín de posibilidades, pero Colten ya no formaba parte de su vida. El hombre, por su parte, corrió a buscarla presa del pánico al darse cuenta de ello. "Madison, por favor, vuelve conmigo. Te lo daré todo". Sin embargo, fue su poderoso tío quien abrió la puerta y le dijo: "Ella es mi mujer ahora".
Acusada de asesinato, la madre de Sylvia Todd fue considerada una traidora por toda la manada, condenando a Sylvia a vivir el resto de su vida sola y humillada como una humilde esclava. Lo único que quería la chica era demostrar la inocencia de su madre de alguna manera, pero el destino nunca parecía estar de su lado. A pesar de todo, Sylvia nunca perdió la esperanza. Como el futuro rey licántropo de todos los hombres lobo, Rufus Duncan poseía un gran poder y estatus, pero tenía una inexplicable reputación de ser cruel, sanguinario y despiadado. Sin que todo el mundo lo supiera, había sido maldecido hacía mucho tiempo y se veía obligado a transformarse en un monstruo asesino cada luna llena. Aunque el destino no siempre favorecía a los dos, unió a Sylvia y Rufus como pareja predestinada. ¿Se hará justicia para la madre de Sylvia? ¿Podrán ella y Rufus desafiar todas las normas sociales y permanecer juntos? ¿Tendrán estas dos almas desafortunadas un final feliz?
Ella se casó en secreto con una superestrella; sin embargo, su estado civil se mantuvo en conocimiento público. Ella lo amaba como a un perro, tan leal, tan sin vergüenza, pero él la alejaba constantemente solo por su egoísta razón de tomar venganza contra su madre. Después de su divorcio, ella accidentalmente se acostó con un atractivo desconocido cuyos ojos azules exudaban un atractivo sexual extremo, atrayéndola a una inevitable atracción fatal. Él era tan tranquilo y gentil, prometiéndole la felicidad eterna. "¿Ms. Cathryn Riley, se casará conmigo?" Su expresión era seria y sincera. Los dedos delgados del hombre sostenían una caja redonda de terciopelo rojo muy delicada y hermosa; dentro había un anillo de diamante exquisito. Asustada emocionalmente, ella le respondió, "He sido divorciada una vez. Espero que no me haga divorciar por segunda vez de nuevo." Keith sonrió y respondió suavemente, "Mi mundo nunca se ha centrado en nadie. Pero en los días venideros, mi mundo se centra en ti". Ella estaba tan conmovida que no pudo evitar llorar lágrimas de felicidad. Estar con él le trajo una alegría eterna y su promesa eterna reemplazó su sufrimiento por el matrimonio fracasado.
"Estuve enamorada del CEO dominante, Credence Scott, durante diez años. ¡Y finalmente me casé con él! Se suponía que yo era una mujer feliz que se casaba con la persona que amaba. Sin embargo, Credence me odiaba. En nuestro matrimonio de cuatro años, rara vez se acostó conmigo y me culpó por matar a su padre. Nunca hice eso. ¡Fue mi hermana, Rosalie, quien me había tendido una trampa! La parte más desconsolada fue que Credence nunca creyó en mí. Bien, será mejor que acabe con mi vida. Pero fue entonces cuando Credence me reveló su ternura... "