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Cuando tienes una familia adinerada debes guardar las apariencias eso a veces es un castigo y otras una ventaja o eso creía Leo hasta que conoció a Andi. Una chica que si sabía mantener un perfil bajo
Leo Ferro tenía 15 años cuando sus padres le habían dicho que debía mantener las apariencias a pesar de tener dinero, debía comportarse, ser educado, respetuoso, aprender a mantenerse callado cuando era necesario, estar formal en la mesa aún sin tener invitados, aprender a resolver los conflictos que se le presentarán de la forma más justa posible, no ser presumido ni abusar del poder y la posición que le daba el tener dinero pero sobretodo sus padres le habían dejado en claro si algún día se enamoraba y quería casarse ellos decidirían si esa persona era la indicada para él y para su negoció.
Toda su vida Leo tuvo presente que el negocio era primero al principio renegó mucho con ese principio pero después de que el tiempo pasará los negocios se volvieron un hobby para él, dedicar su vida a nuevas formas de hacer dinero realmente apasionaba a Leo.
A la edad de apenas veintiún años había tenido que tomar parte en el negocio de sus padres. Su madre la señora Raquel Ferro había caído en una fuerte enfermedad a causa de los años de esfuerzo y luego de tres meses había pasado a mejor vida, por lo que su padre no pudo superar el duelo atravesando una depresión y su estado de ánimo se volvió muy inestable.
Desde ese momento había concentrado toda su atención y tiempo a la universidad y los negocios. Mantener su mente ocupada le permitió superar el duelo más rápido, pronto comenzó a hacerse de una reputación entre renombrados empresarios, todos estaban maravillados con el joven Señorito Ferro y sus innovadoras ideas, que la mayoría de ellos estaban esperando ser contactados para formar parte de alguno de sus proyectos. Entre ellos se encontraba el señor Valentino Rojas. Este tenía varias fábricas de manufactura, empresas de moda y maquillaje, algunas de las mejores casas de fotografía, tenía los pies metidos en negocios digitales y era inversionista de muchas empresas que comenzaban a surgir y le generaban enormes cantidades de ganancias. El señor Valentino era uno de los primeros Ceos que invertía en empresas con ideas nuevas que tenían gran futuro.
En poco tiempo el ceo Rojas puso sus ojos en el señorito Ferro pero su intención no eran los negocios, Valentino quería que Leo se convirtiera en su yerno.
Natalie creía que podía derretir el gélido corazón de Connor, pero estaba muy equivocada. Cuando por fin decidió marcharse, descubrió que estaba embarazada. Aun así, decidió abandonar la ciudad en silencio, lo que llevó a Connor a movilizar todos sus recursos y ampliar su negocio a escala mundial, todo en un intento por encontrarla. Pero no había rastro de su mujer. Connor se sumió poco a poco en la locura, poniendo la ciudad patas arriba y dejando el caos a su paso. Natalie apareció años más tarde, adinerada y poderosa, solo para encontrarse de nuevo enredada con ese hombre.
Ella se casó en secreto con una superestrella; sin embargo, su estado civil se mantuvo en conocimiento público. Ella lo amaba como a un perro, tan leal, tan sin vergüenza, pero él la alejaba constantemente solo por su egoísta razón de tomar venganza contra su madre. Después de su divorcio, ella accidentalmente se acostó con un atractivo desconocido cuyos ojos azules exudaban un atractivo sexual extremo, atrayéndola a una inevitable atracción fatal. Él era tan tranquilo y gentil, prometiéndole la felicidad eterna. "¿Ms. Cathryn Riley, se casará conmigo?" Su expresión era seria y sincera. Los dedos delgados del hombre sostenían una caja redonda de terciopelo rojo muy delicada y hermosa; dentro había un anillo de diamante exquisito. Asustada emocionalmente, ella le respondió, "He sido divorciada una vez. Espero que no me haga divorciar por segunda vez de nuevo." Keith sonrió y respondió suavemente, "Mi mundo nunca se ha centrado en nadie. Pero en los días venideros, mi mundo se centra en ti". Ella estaba tan conmovida que no pudo evitar llorar lágrimas de felicidad. Estar con él le trajo una alegría eterna y su promesa eterna reemplazó su sufrimiento por el matrimonio fracasado.
Charles tenía novias diferentes cada día del año, nunca salía con la misma chica. Su nombre había sido vinculado a innumerables mujeres. Autumn, por su parte, se vio obligada a casarse con Charles sustituyendo a su hermana, quien se había escapado. Su único deseo era divorciarse después de un año. Ninguno de los dos había esperado que se enamoraran el uno del otro. Tampoco esperaban que el mundo entero los desafiara. Una ex novia quien causa problemas cada dos por tres. Una hermana fugitiva quien regresa con la intención de recuperar a Charles. Una suegra que siempre se entromete en sus momentos íntimos. ¿Te gustaría leer más? ¡No dudes! ¡Vamos allá!
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabían es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".