/0/5779/coverbig.jpg?v=de2c74c3a07416b18f996714b9a16deb)
Amarü es inteligente, orgullosa y calculadora, sin embargo, solo cuando se adentra en tierra hostil, rodeada de depredadores y un marido que parece creerle muy poco, tendrá que desatar la bestia que lleva dentro y luchar por la victoria. Nicholas Zlata, heredero del reino de Anskar y prometido a la princesa del reino enemigo. Es tranquilo, serio y frío, además de arrogante, pero Amarü, su prometida, es una completa leona, dispuesta a todo para conseguir lo que quiere. Porque no todas las guerras llevan armas, algunas son de corazones, pieles desnudas y poder. SaveCreative Code: 2203060654499.
Con pesar levanta la vista y mira a lo que considera su fuente de fé, por años los súbditos y la familia real le ha rendido tributo a Ikna, el rey entre reyes, dios de dioses, encomendando cada alma en batalla y épocas oscuras donde llegaron a plantearse la idea de que su estirpe solo desaparecería de la tierra, ahora ella se pregunta, si sus plegarias podrían ser escuchadas, si con arrodillarse y colocar la frente en el frío suelo y rezar mientras su cuerpo tiembla de ira e impotencia y las lágrimas surcan su rostro, podría ser realmente escuchada.
Caminó por el largo pasillo, la noche surcaba Aritz, de hecho el calor comenzaba a ser insoportable y el clima no daba tregua a dar ni siquiera una pequeña briza, Amarü sentía el sudor correr por su frente y espalda y la tela incómoda pegarse a su torso, las velas que custodiaban el pequeño templo solo dejaban ver parte del lugar aún así para ella era suficiente, podría ir ciega a paso seguro porque sabría encontrar cada escondrijo y no sufrir daño alguno, con cuidado se detuvo delante de la deidad y en el tabloncillo de madera forrada en terciopelo rojo se arrodilló colocando sus manos juntas comenzando con susurros que fueron tomando forma y volumen mayor.
-Si bien mi fé, no es absoluta, hoy vengo a ti, a pedir ayuda-se lamió los labios con nerviosismo, si bien creía con fervor en lo que se le fue inculcado, rezar nunca había sido su fuerte-Ir a las tierras de Anskar, será mi propia perdición, sin embargo, una guerra con Farid, solo nos condenaría a todos solo a muerte y devastación, nunca he pedido nada mi señor, nunca, pero esta vez quiero, merezco ser egoísta, líbrame de este desafortunado destino, sin tener que vivir con la muerte de todo un pueblo sobre la espalda como castigo.
La vida era injusta, poner a su gente justo ahora en una posición de guerra no era lo que hubiera esperado, no cuando su padre al fin pensaba descansar junto a su madre, dejando atrás una vida de sobresaltos y amenazas, Aritz era pacífico, no habían cruzado más que simples palabras con otros reinos en años, no entendía, Amarü juraba que por más que pensara e intentara encontrar algo factible que le explicara de forma lógica el actuar del enemigo, no la encontraba, era como si solo hubieran decidido irse en su contra.
A lo lejos sonó un cuerno, era parecido a las armonías de guerra de su pueblo, solo que esta era más ecuánime y baja, como una orden que debe ser tomada sin refutar, y solo podría significar una cosa, habían aceptado la alianza con Anskar en aras de proteger ambos reinos de Farid.
Amarü cerro los ojos y respiró hondo.
A veces, llevar una corona era demasiado.
..........
-Padre ha enviado su respuesta a Arizt, y ha sido positiva en cuanto a la unión-dijo con voz baja sentándose a su lado, el contrario no volteo a mirarlo, de hecho parecía demasiado concentrado en ver el mar, el atardecer bañaba las aguas del puerto y las aves daban sus últimas acrobacias antes de retirarse-Nicholas-llamó dejando posar la mano en el hombro del aludido-Sé que esta no es la mejor situación, pero dependemos de esto, somos débiles por nosotros mismos, nuestro ejército...-la risa que le llegó por parte de este hizo que retrocediera solo unos pasos y mirara como si le viera por primera vez, era tan fría, vacía, carente de todo lo que podría hacerla humana.
-Y confinarme a un matrimonio arreglado parece ser la solución a todos nuestros problemas, ¿verdad?-sonrió-Eso es demasiado ingenuo, incluso para ti, Brian. Conocemos a muchos monarcas, ¿tenía que ser de Arizt precisamente?. No tenemos relaciones con ellos hace años.
-Padre quiere el bien del reino, solo eso...
-Padre solo busca su propio beneficio, mi querido Brian-rebatió en tono bajo, incluso calmado, para Brian era a veces–y solo a veces–fascinante ver la pasividad con que Nicholas se tomaba las cosas, tanta, que incluso creerían que carece de alma, su hermano mayor era todo lo opuesto a él, fuerte, decidido e iba de frente, era normal que padre lo eligiera para tomar el trono después de Sebastian partiera, ahora mientras lo veía ahí–sentado como si la derrota fuera parte de sí mismo–sobre una roca, sentía que a quien acompañaba esa solitaria noche era un desconocido.
Nicholas se levantó y miró al horizonte solo una vez más antes de pasar de largo y dejar a Brian allí, Nicholas estaba diseminado en sus pensamientos, cuestionando qué podría hacer para salir de ello incluso ahora que sabía que era tarde y a estas alturas la princesa de Arizt debe estar feliz haciendo sus maletas para encaminarse a Anskar.
Suspiró y miró el castillo quizás lo mejor, era una alianza, solo eso, pura combeniencia y necesidad de sobrevivir y no caer ante lo que amenazba con venir, él era el heredero de Anskar, hijo del rey, no debía preocuparse, eran sus tierras, su reino, la heredera de Arizt era quien debía temblar de miedo.
Se necesita una alianza, una alianza entre dos reinos, un matrimonio que beneficie a dos partes con el fin de ganar algo, sin embargo, ¿qué pasa cuando estos dos reinos en cuestión se odian?, si se desprecian los unos a los otros, blancos y negros, dos reinos separados por un continente, por creencias, por el pasado, por la piel.
Y ellos, pobres niños herederos de coronas malditas y llenas de prejuicios deben unirse, deben luchar contra sí mismos y todo aquello que saben, deben protegerse, proteger sus almas, sus vidas, pero, más importante que todo...
Sus corazones.
Porque a él lo llamará la canela y el calor de su piel.
Y ella lo tormentoso de sus ojos y corazón.
Pero quizás, y solo quizás, la historia no contada, vuelva a repetirse.
•∆¶∆¶•
ManoBook user: EdhenBlaque
Instagram: @iamjennifer.mr
Facebook: Jennifer Blaque.
Todos somos ángeles hasta que nos cortan las alas. A Lailah le bastó una noche, para que su vida diera un giro de 180°. Pasó de una vida rutinaria y llena de una tristeza apabullante, a ser secuestrada y metida en una de las redes de tráfico más grandes del mundo, un año soportando dolor, muerte y maltratos. Sin embargo quizás aparezca un "ser de luz" que la saque del infierno del Diablo, pero quizás y solo quizás, le cree uno propio, ¿sobrevivira a ello?.
Ethan siempre consideró a Nyla una mentirosa, mientras que ella lo veía a él distante e insensible. Nyla había acariciado la idea de que Ethan la quería, pero se sintió fríamente rechazada cuando se dio cuenta de que su lugar en el corazón de él era insignificante. Como ya no podía soportar su frialdad, dio un paso atrás, solo para que él cambiara inesperadamente de actitud. Ella le desafió: "Si confías tan poco en mí, ¿por qué me tienes cerca?". Ethan, que antes se había comportado con orgullo, ahora estaba ante ella y le suplicó desesperado: "Nyla, he cometido errores. Por favor, no te alejes de mí".
Lucía Balstone pensó que había elegido al hombre adecuado para pasar el resto de su vida, pero fue él quien acabó con su vida. Su matrimonio de diez años parecía una broma cuando su esposo la apuñaló con una daga. Afortunadamente, Dios nunca está ciego ante las lágrimas de las personas. Lucía tuvo una segunda oportunidad. Ella renació a la edad de 22 años, antes de que sucedieran todas las cosas terribles. ¡Esta vez, estaba decidida a vengarse y dejar que aquellos que la lastimaron pagaran! Hizo una lista elaborada de sus objetivos, y lo primero en su lista era casarse con el peor enemigo de su exmarido, ¡Alonso Callen!
Corinne dedicó tres años de su vida a su novio, pero todo fue en vano. Él no la veía más que como una pueblerina y la dejó sola en la boda para estar con su verdadero amor. Tras ser despechada, Corinne recuperó su identidad como nieta del hombre más rico de la ciudad, heredó una fortuna de mil millones de dólares y acabó llegando a lo más alto. Pero su éxito atrajo la envidia de los demás, y la gente trató constantemente de hundirla. El Sr. Hopkins, famoso por su crueldad, la animaba mientras ella se enfrentaba uno a uno a esos alborotadores. "¡Así se hace, cariño!".
Danielle reveló sus múltiples identidades secretas. "Ya soy la mujer más rica. ¿Por qué no te casas conmigo? Puedo convertirte en el hombre más respetado". Después de regresar a casa como la legítima heredera, Danielle descubrió que no era bien aceptada por sus padres, peor aún, era despreciada por su hermana y aborrecida por su hermano. Sin más opciones, Danielle tuvo que reanudar sus actividades anteriores, ganándose la vida mientras mantenía ocultas sus otras identidades. Para su sorpresa, Shawn se enteró de sus secretos y le propuso: "Cásate conmigo y haré de ti la mujer más respetada de esta ciudad".
Durante dos años, Bryan solo vio a Eileen como asistente. Ella necesitaba dinero para el tratamiento de su madre, y él pensó que ella nunca se iría por eso. A él le pareció justo ofrecerle ayuda económica a cambio de sexo. Sin embargo, Bryan no esperaba enamorarse de ella. Eileen se enfrentó a él: "¿Amas a otra persona y siempre te acuestas conmigo? Eres despreciable". En cuanto ella firmó los papeles del divorcio, él se dio cuenta de que era la misteriosa esposa con la que se había casado seis años atrás. Decidido a recuperarla, Bryan la colmó de afecto. Cuando otros se burlaban de sus orígenes, él le dio toda su riqueza, feliz de ser el marido que la apoyaba. Eileen, que ahora era una célebre CEO, lo tenía todo, pero Bryan se encontró perdido en otro torbellino...
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.