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El GEU finalmente ha encontrado algo acerca de la muerte de Sebastián el exnovio de Valentina y en un intento desesperando de Valentina, Alan y Santiago por ocultar la verdad, tomaran decisiones apresuradas que los pondrá en peligro. Alan está a puertas de un matrimonio no deseado y cada vez es más complicado mantener a las autoridades lejos de su hermana. La presión de hacer lo que debe en vez de lo que quiere lo lleva a refugiarse en brazos de Calina, pero en vez de arreglar su relación con ella provoca que se aleje más de él y en su afán por recuperar el control cae enamorado de ella. Santiago ha resuelto perdonar a Valentina ahora que ella ha decidido olvidar a Edward, sus planes a futuro parecen estar en orden, hasta que el fantasma de Sebastián aparece y a puertas de su matrimonio se ve orillado a tomar una decisión difícil para proteger a quienes ama. Edward ha decidido marcharse para sanar su corazón roto, pero al poner distancia entre el y Valentina se da cuenta que dejar sus sentimientos es mucho mas complicado de lo que creía. Una nueva oportunidad se le presenta, pero cuando parece que Valentina es tema del pasado una verdad devastadora lo pone al límite y las sospechas de que Sebastián este vivo toman fuerza. Decisiones, verdades, traiciones y reconciliaciones son el pan de cada día. Las alianzas terminan, los enemigos emergen y la verdad siempre sale a la luz, todos tienen mucho que perder, así que cada uno defenderá lo que más ama, aunque eso los lleve en distintas direcciones.
Habían pasado tres meses, meses tristes en que lo único que hacía era estudiar todo el día, tratando de mantener mi mente ocupada y alejada de los pensamientos que iban dirigidos a Valentina.
No podía quejarme del lugar, estaba con mi mamá, mi padrastro, mis tíos, mis primos y Maria, la sobrina de Giancarlo. Quien era una persona muy agradable. Pero me hacía falta Valeria, Calina, mi papá y aunque no lo iba a aceptar en voz alta, Valentina también. En dos meses había logrado encariñarme con Valentina, más que eso, me había enamorado de ella. Nadie en su sano juicio podía haberse enamorado de ella después de todo lo que me hizo pasar. Pero al parecer yo había perdido la razón.
Suspiré frustrado. No lograba mantener a Valentina alejada de mis pensamientos ni un minuto y a medida que pasaba el tiempo más difícil me era mantenerla alejada de mi mente.
– Edward – Alce la mirada al escuchar la voz de María – ¿Quieres que dejemos así?
– ¿Qué? – Pregunté sin saber a qué hacía referencia, ella sonrió amablemente y procedió a explicarme.
– El trabajo – Respondió – Sé que debemos presentarlo para la próxima semana, pero te veo... en otra parte
– Lo siento – Ella sonrió mientras negaba quitándole seriedad a la situación y se colocó en pie cerrando su agenda.
– Desde que llegaste te has dedicado solo a estudiar, si me dejas puedo mostrarte la ciudad. Estoy segura que te vendría bien – Medite un momento la propuesta, estaba a punto de negarme como siempre, cuando mi celular sonó. La miré con disculpa y respondí sin mirar el número, tratando de evitar una situación incómoda con María.
– ¿Hola? – Respondí dándole la espalda parcialmente a María, ella pareció desanimada, pero preferí no pensar en eso. Mis primos decían que ella se sentía atraída por mí, y eso me producía incomodidad y nerviosismo. María era una chica linda, pero después de la decepción que había sufrido con Valentina no quería saber nada de enamorarme – ¿Bueno? – insistí después de que nadie a habló. Miré extrañado el número y al reconocerlo el alma se me cayó a los pies. No lo tenía registrado en mi nuevo celular, pero me lo sabía de memoria – ¿Valentina?
– Hola – Respondió con su voz carente de emoción. Mi corazón latió dolorosamente, sentí que toda esa tristeza y desamor como lo llamaba Valeria me superó.
– ¿Qué quieres? – Yo no me caracterizaba por ser grosero, pero me sentía tan molesto que no medí la agresividad en mí voz.
– Nada – Respondió después de un rato en silencio – Solo quiero que dejes de decirle a Valeria que te usé, yo no te dije que te enamoraras de mí como un idiota. Madura de una vez
– Nunca dije eso – Aclaré – Si eso es todo voy a colgar
Espere una respuesta de su parte. En lo profundo de mi corazón deseaba que me dijera que yo había malinterpretado sus palabras que no había sido todo mentira. En lo profundo de mi corazón esperaba algo imposible, esperaba que ella realmente sintiera lo que había fingido sentir – Bien – concluí con mi corazón mucho más herido que minutos atrás, estuve a punto de terminar la llamada cuando ella volvió a hablar.
– ¿Me odias? – Intenté interpretar alguna emoción en su voz, pero me fue imposible. Respiré profundo tratando de mantener mis emociones bajo control y respondí.
– Más que nunca – Esperé algún reproche, que dijera que sentía lo mismo o que se disculpara, deseaba que se disculpara, pero lo que recibí a cambio fue silencio y luego el sonido que hace un operador cuando la llamada llega a su fin. Sentí esa amargura en mi pecho, las manos me temblaron, no sentí ganas de llorar, no sentí dolor, solo amargura, amargura y una profunda tristeza. Yo no odiaba a Valentina y deseé decírselo, confesarle, aunque no le importara, que lo que sentía por ella no era odio. Pero era muy tarde, aunque pudiera llamarla ya era muy tarde.
El GEU está cada vez más cerca de obtener algo contra Valentina Lorens. Santiago se ve expuesto a una decisión difícil a puertas de su matrimonio y Oliver Lorens no está dispuesto a dar su brazo a torcer. Alan pone todo en riesgo al llevarle la contraria a su padre y Calina tendrá que aprender que el amor no es un cuento de hadas. Una verdad devastadora pondrá a Edward al límite y las sospechas de que Sebastián este vivo son cada vez más fuertes. Decisiones, verdades, traiciones y reconciliaciones son el pan de cada día. Las alianzas terminan, los enemigos emergen y la verdad siempre sale a la luz, todos tienen mucho que perder, así que cada uno defenderá lo que más ama, aunque eso los lleve en distintas direcciones.
"Tú necesitas una novia y yo un novio. ¿Por qué no nos casamos?". Abandonados ambos en el altar, Elyse decidió casarse con el desconocido discapacitado del local de al lado. Compadecida de su estado, la chica prometió mimarlo una vez casados, pero no sabía que en realidad era un poderoso magnate. Jayden pensaba que Elyse se había casado con él solo por su dinero, por eso planeaba divorciarse cuando ya no le fuera útil. Sin embargo, tras convertirse en su marido, él se enfrentó a un nuevo dilema: "Ella sigue pidiéndome el divorcio, ¡pero yo no quiero! ¿Qué debo hacer?".
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."
Hace tres años, la familia Moore se opuso a la decisión de Charles Moore de casarse con su amada mujer y seleccionó a Scarlett Evans como su novia. Pero Charles no la amaba. De hecho, la odiaba. Poco después de la boda, Scarlett recibió una oferta de la universidad de sus sueños y se lanzó sobre ella. Tres años más tarde, la amada mujer de Charles cayó terriblemente enferma. Para cumplir su último deseo, él llamó a Scarlett y le presentó un acuerdo de divorcio. La joven estaba profundamente herida por la abrupta decisión de su esposo, pero ella decidió dejarlo libre y aceptó firmar los papeles. Sin embargo, Charles pareció retrasar el proceso deliberadamente, dejando a Scarlett confundida y frustrada. Ahora, Scarlett estaba atrapada en las consecuencias de la indecisión de Charles. ¿Sería capaz de liberarse de él? ¿Charles eventualmente entraría en razón y enfrentaría sus verdaderos sentimientos?
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