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Me llamo Alma, una mujer en la cotidianidad un ser a mi ver de lo más común como cualquier otra. Por otra parte vista por muchos con admiración por la fortaleza, la firmeza y dedicación determinada con la que lleva a diario su vida. Mi Diario
Conocà al chico de mis sueños, ese que en adolescencia hace que pierdas la respiración, las piernas te tiemblen y el estómago se revuelve por tanta emoción... Wilmer ssss
...Y cómo todo una telenovela la excusa perfecta! LAS TAREAS! Y fue asà que conocà la parte más dulce de mi ser, amar sin siquiera importarme si sentÃan lo mismo por mi. Creo que por mi absurdo pasado de la niñez que nubla con oscuridad mi alma enferma de dolor, amargura y frustración que procuro mantener el silencio para no ser tratada con lastima.
TenÃa 11 años, recuerdo claramente cuando mamá en su afán de ser una mujer autosuficiente carecÃa del carácter para exigir la responsabilidad que correspondÃa a mi padre. En ese entonces, no entendÃa sus razones de desvalorización de ella para consigo misma.
Fue hasta que sucedió lo terrible. Mi madre gustaba de preparar queso casero y compraba la leche al dueño de la finca en la que crecà y donde vivÃamos desde siempre.
[El responsable de entregarla, un señor sin escrúpulos que obviaré su nombre, pues no merece tanta consideración. Recuerdo que mi familia le apreciaba tanto como si fuese de la familia, más no sabÃan que era tan pervertido que le apetecÃa de manera enferma tenerme.
Cada vez que le miraba cuando supe sus intenciones, el miedo invadÃa mi ser al extremo de querer morir, no sabia lo que pasaba. Ignoraba tanta maldad y la inocencia no me permitÃa ver más allá de maldad].
El anciano tenÃa todo planeado, esperó a que mi mamá estuviese en el momento más ocupado! Para hostigarla y hacer que en la prisa enviara por la leche. Mi mamá al sentir la presión, hizo lo que tenÃa a mano, enviarme a mi por ella..
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugerÃa que Cristian, normalmente racional, habÃa perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. PodÃa tolerar los cotilleos sobre sà misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salÃan a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habÃan sido engañados.
Traicionada por su pareja y su hermanastra en la vÃspera de su boda, Makenna fue entregada a los despiadados prÃncipes licántropos como amante, pero su propio padre ignoró su difÃcil situación. Decidida, ella intentó escapar y buscar venganza, pero, sin darse cuenta, captó el interés de los tres prÃncipes licántropos, que la deseaban en exclusiva entre muchas admiradoras. Esto complicó sus planes, atrapándola y convirtiéndola en rival de la futura reina licántropa. Enredada en deseo y celos, ¿podrÃa Makenna lograr su venganza en el intrincado baile con los tres prÃncipes?
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreÃr de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenÃa un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
La historia sigue a Maya Stone, una chica de 19 años, cuya vida tranquila en el hotel de sus padres da un giro inesperado cuando su amiga la involucra en un plan para confesarle sus sentimientos a Ares Bailey, un CEO importante, el cual se hospeda en ese hotel. Aunque Maya inicialmente se muestra escéptica, ya que Ares es un hombre mucho mayor a ellas, siendo una chica que jamás a experimentado los deseos carnales y mucho menos el amor, de pronto todo eso surge cuando ambos se conocen. Ares cae ante la belleza de Maya y aunque sabe que su diferencia de edades podrÃa ser un gran problema, está dispuesto a esperar el tiempo que sea necesario para estar con ella y sumergirla al mundo de la Dominación. A medida que su relación se intensifica, ambos se dan cuenta de que están destinados a pesar de los obstáculos que enfrentan.
"¡Ahh!". Ella solo podÃa gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrÃan todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, asà que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofrÃos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mÃ". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasarÃa cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenÃa una identidad secreta que aún no habÃa descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
Jennifer Bennett, la legÃtima heredera de los Bennett, luchó denodadamente por el reconocimiento de su familia, solo para verse eclipsada por una impostora. Enfrentada a falsas acusaciones, acoso y humillación pública, Jennifer acabó renunciando a ganarse su aprobación. Con la promesa de superar la injusticia, ella se convirtió en la pesadilla de quienes la agraviaban. Los esfuerzos de la familia Bennett por doblegarla no hicieron sino alimentar su éxito, llevándola a la altura con la que sus rivales solo podÃan soñar. Alguien le preguntó: "¿Te sientes defraudada por tus padres?". Con una sonrisa tranquila, Jennifer respondió: "No importa. Al final, el poder prevalece".