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Ella era la mejor gamma de la manada colmillo blanco, cuando su alfa fue derrocado tuvo que huir de todo lo que conocía y llegó a la manada luna negra donde su vida dio un giro que nunca imaginó. ¿Qué hará cuando descubra quien es su compañero? ¿dejará atrás todo lo vivido y la búsqueda de venganza por él?
Estaba exhausta, no podía correr más rápido, desde la casa de manada a casa de sus padres había fácilmente 2 horas andando, llevaba media hora corriendo, solo pensaba en llegar a ellos y sacarlos de aquí.
-Leah algo anda mal, muy mal.- Le decía su loba Luna, era extraño que un lobo se llamara así pero si alfa le decía que era porque estaba bendecida por la diosa para el combate.
-No, todo está bien, mamá y papá son hábiles en la lucha no dejarán que los atrapen.
Lo decía en su cabeza como un mantra, no podía imaginar que ellos les pasara nada, su padre era el gamma del antiguo alfa y su madre era hija del alfa de la manada garra roja, ambos sabían luchar y esa era la esperanza que tenía, acaba de ver como mataban a su alfa y a la mayoría de sus sus compañeros en combate, su alfa había caído a manos de los pícaros y habían conquistado la casa de manada, la manada ya no existía, la manada colmillo blanco ya no era su hogar, cuando la encontraran la matarían a ella y todos los que le fueran leales al antiguo alfa, asique corrió, todo lo rápido que las patas de Luna le permitían.
De repente notó como su vínculo con su familia se rompía, al igual que sintió cuando murió su alfa, desgarrada tropezó y aterrizó encima de un árbol, con un gesto de dolor se levantó, no tenía tiempo para esto, no podía ser, su familia no podía estar muerta.
Unos minutos después llegó a su casa, se veía destrozada, cambió de forma y entró a casa.
- Mamá- llamo con urgencia en su voz, -papá
No obtuvo respuesta y al llegar al jardín trasero entendió porqué, allí estaban los cuerpos mutilados de sus padres.
-PAPA MAMA- gritaba mientras sentía que su alma se desgarrada ‐tenéis que levantaros por favor- lloraba agarrada al cuerpo de su madre.
Pero algo llamó su atención, y de las sombras salieron 5 lobos, con babas que caían por las comisuras de sus bocas, rápidamente se levantó y empezó una lucha encarnizada contra aquellos pícaros, cuando atacó el primero ella le salto en el lomo con un salto grácil y una vez encima de él le arrancó el corazón con sus afiladas garras, los demás lobos al ver esto miraron el cuerpo de su compañero en el suelo mientras su corazón aún latía en la mano de esa loba pequeña, a la que no creyeron que fuera una amenaza y pensaban en divertirse con ella, la loba era muy guapa, con una cara fina, unas pestañas largas, unos penetrantes ojos verdes y un cabello largo negro que le llegaba por debajo de la cintura, esa cintura que era muy pequeña.
Lo que ellos no sabían es que ella era la gamma de la manada, no llegó ahí por su belleza, si no que era letal en una batalla, pocas veces podían siquiera causarle una herida en una batalla.
El más grande volvió a su forma mientras se acercaba a ella, ella le tiro a los pies el corazón de su amigo y una ráfaga de odio pasó por su cara.
- si eliges ser mi compañera elegida haré como que esto no acaba de pasar, me gustan las lobas delicadas y a la vez fuertes que no se achantan en el campo de batalla, serias mi reina, planeo conquistar todas las manadas, y tú, serias mu reina perfecta. -Le dijo mientras caminaba hacia ella.
Y cuando se acerco vio bien quien era, era la gamma del alfa al que acababa de derrocar.
-dame tu lealtad, se mi compañera y perdonaré tu vida-
-Tú mataste a mis padres...- dijo ella con odio, el mayor odio que sintió en su vida, todo era culpa de este hombre, al que tenía delante, iba a matarlo, iba a vengarse de su alfa y de sus padres cuando empezaron a salir más lobos, al darse cuenta de que era una batalla que no podría librar decidió que su venganza tendría que esperar, estaba agotada tanto física como psicológicamente, tenía que huir, ella sabía que estaban ahí por si rechazaba la oferta de su alfa la matarían, con elegancia se acerco al pícaro alfa y cuando parecía que se iba a arrodillar ante él para darle su lealtad se transformó en una loba gigante, blanca con unos ojos verdes penetrantes, la loba saltó por encima de él y salió corriendo hacia el bosque.
Todos se quedaron perplejos por lo preciosa que era esa loba.
-Atrapenla, y no le hagan daño, ella será mi luna quiera o no, solo he escuchado hablar de una loba blanca así de grande y según la leyenda, su compañero será el rey de especies.
Nunca pensó que aquella pequeña humana sería una loba tan puramente blanca y como el creía la loba de las leyendas.
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