/0/14330/coverbig.jpg?v=2e6891289098accf412d672781e2ede6)
Isabella Sinclair, una joven de espíritu libre y carácter fuerte, se encuentra atrapada en un matrimonio arreglado con Alexander Carlisle, un poderoso y enigmático CEO. A pesar de provenir de una familia rica, Isa siempre ha luchado por su independencia, su única vía de escape fue estudiar Derecho en Estados Unidos, donde experimentó la libertad por primera vez. Sin embargo, al regresar a casa, se ve obligada a cumplir con un acuerdo que jamás habría elegido por sí misma: un matrimonio de conveniencia destinado a sellar una alianza estratégica entre dos familias influyentes. Alexander es todo lo que Isa desprecia: dominante, controlador, acostumbrado a manejar cada situación a su favor. Pero tras la máscara de frialdad y autoridad, hay secretos que él guarda celosamente, heridas que no muestra a nadie. Desde el primer momento, Isa y Alex establecen reglas claras para su matrimonio: no intimidad, no amor, solo apariencias en público. Pero mientras más tiempo pasan juntos, más difíciles se vuelven esas reglas de cumplir.
El brillo de las luces de los candelabros colgaba en el aire como un recordatorio de lo que se esperaba de mí. Cada paso que daba por los pasillos de mármol de la mansión de mi familia resonaba con una claridad casi ofensiva, como si la casa misma quisiera que yo recordara lo que estaba a punto de hacer. Mi reflejo me devolvía la mirada desde cada superficie pulida, desde los espejos antiguos hasta las ventanas brillantes que dejaban pasar la luz del día.
Era el día antes de mi boda, y mi vestido de novia descansaba sobre la cama, una prenda imponente de encaje y satén que mi madre había escogido cuidadosamente, como si su misma elección pudiera sellar el destino que tanto ansiaba para mí. Pero yo sentía una mezcla de emociones hirviendo bajo mi piel: miedo, rabia y una sensación asfixiante de desesperación que me hacía querer arrancarme cada costura de ese vestido antes de que siquiera lo hubiera puesto.
Me acerqué a la ventana y miré hacia los jardines inmaculados, tratando de encontrar un rincón de calma en medio de la tormenta interna. Las flores estaban perfectamente alineadas, los árboles podados con precisión matemática. Todo estaba en su lugar, excepto yo. Desde el día en que había vuelto de mis estudios en Estados Unidos, había sentido cómo las paredes de mi vida se cerraban alrededor de mí, empujándome hacia un camino que no había elegido.
La puerta se abrió suavemente detrás de mí, y al girarme, vi a mi madre, impecable como siempre, con su cabello perfectamente peinado y su vestido de diseñador que nunca parecía arrugarse.
-Isabella, querida -dijo, con esa voz suave y autoritaria que usaba siempre cuando quería convencerme de algo-. El señor Carlisle llegará pronto para la cena. Es importante que estés preparada.
Sentí un nudo formarse en mi estómago al escuchar su nombre: Alexander Carlisle. El hombre que estaba a punto de convertirse en mi esposo. Un hombre que *p*n*s conocía, pero que ya sentía como una sombra opresiva sobre mi vida.
-¿Realmente es necesario, mamá? -pregunté, tratando de mantener la calma en mi voz-. No lo conozco... *p*n*s he hablado con él, y...
-Es exactamente por eso que esta cena es tan importante, Isa -interrumpió mi madre, sus labios formaron una línea fina de desagrado-. Necesitas entender que este matrimonio es más que una simple unión. Es un acuerdo entre dos familias, un beneficio para ambas partes.
"Un beneficio", pensé con amargura. ¿Un beneficio para quién? Desde mi punto de vista, todo esto se sentía como una trampa cuidadosamente tejida, una red en la que me habían arrojado sin mi consentimiento. Pero no era el momento de discutir.
Me giré de nuevo hacia la ventana, tratando de calmarme. Mi madre suspiró y se acercó, poniendo una mano en mi hombro.
-Sé que esto no es lo que soñabas -dijo, en un tono más suave, como si intentara ser comprensiva-, pero a veces tenemos que hacer sacrificios por el bien de nuestra familia. Tienes que pensar en el futuro.
El futuro. Un futuro que ya estaba decidido para mí, en un contrato firmado sin que yo tuviera más que un papel que cumplir.
-Estaré lista -respondí finalmente, sabiendo que no tenía sentido discutir.
Mi madre sonrió, satisfecha, y se retiró de la habitación. Me quedé de pie, mirando el jardín, respirando hondo para mantener el control. Sentía cómo mi corazón latía con fuerza, no solo por el miedo sino también por la ira. La imagen de Alexander Carlisle cruzó por mi mente, un hombre del que solo había oído hablar en conversaciones frías y distantes. Era un CEO poderoso, decían, alguien acostumbrado a conseguir lo que quería sin importar el costo.
Minutos después...
Bajé las escaleras con una calma que no sentía. El salón estaba decorado con flores blancas y velas, cada detalle perfectamente colocado para impresionar. Me esforcé por mantener una expresión neutral, aunque mi mente estaba llena de pensamientos contradictorios. ¿Quién era realmente Alexander Carlisle? Había escuchado rumores de su frialdad, de su manera de controlar a todos a su alrededor. Sentí una corriente de incomodidad recorrer mi cuerpo al imaginar cómo sería convivir con alguien así.
Y entonces, lo vi. Alexander Carlisle.
Estaba de pie, de espaldas a mí, mirando una de las pinturas colgadas en el salón. Alto, con una postura erguida y segura, su cabello oscuro perfectamente peinado hacia atrás. Cuando se giró para mirarme, sentí una descarga eléctrica correr por mi columna vertebral. Sus ojos grises eran como hielo, fríos y calculadores, pero había algo en ellos que me hizo sentir una punzada de curiosidad.
Me obligué a no apartar la mirada cuando sus ojos se encontraron con los míos. Su expresión era inescrutable, una mezcla de desaprobación y evaluación. Sentí que me estaba analizando, pesando cada uno de mis movimientos, cada uno de mis gestos.
-Señorita Sinclair -dijo con una voz baja, profunda y controlada-. Un placer finalmente conocerla.
Asentí, tratando de mantener mi compostura.
-Señor Carlisle -respondí, con una sonrisa que no alcanzaba mis ojos-. Igualmente.
Nos quedamos en silencio unos segundos, y en ese breve espacio de tiempo sentí la tensión crecer, como si el aire entre nosotros se hubiera vuelto más denso. Había una chispa, una corriente de energía que no sabía cómo interpretar. Era como si cada palabra que intercambiábamos fuera una prueba de fuerza.
-Espero que nuestra cena sea... fructífera -agregó él, sus labios curvándose en una leve sonrisa que no alcanzaba a suavizar la frialdad de su mirada.
Sentí una leve inquietud ante su tono. No sabía si estaba bromeando o si había una advertencia escondida en sus palabras.
-Estoy segura de que será... interesante -respondí, manteniendo mi tono neutral.
Nos dirigimos hacia la mesa, y mientras me sentaba, sentí cómo mis pensamientos se volvían más confusos. No podía decidir si lo que sentía era pura animosidad, curiosidad o algo más profundo que aún no podía identificar.
Pero lo que sí sabía era que Alexander Carlisle no iba a ser fácil de ignorar.
Y ese pensamiento me preocupó más de lo que quería admitir.
Isabella Devereaux lo tenía todo: belleza, poder y riqueza. Como la enigmática CEO de una de las corporaciones tecnológicas más influyentes del mundo, y una doctora de renombre internacional, nadie sospechaba que detrás de su impecable fachada se escondían secretos más oscuros y peligrosos. Con múltiples identidades y conexiones en los rincones más oscuros del poder global, Isabella se había convertido en una reina en las sombras, manipulando el destino de naciones sin que nadie supiera su verdadero nombre. Pero cuando Daniel, un hombre que ella creyó amar, la traiciona en la víspera de su boda, cancelando el compromiso y humillándola públicamente, Isabella decide salir de las sombras y mostrar su verdadero poder. Desatando una venganza que amenaza con sacudir los cimientos del mundo, Isabella se enfrenta a una red de enemigos antiguos y nuevos, mientras descubre que la traición puede ser el preludio de un conflicto mucho mayor. En medio de esta guerra de poder, emerge Gabriel Armand, un filántropo millonario con sus propios secretos, que busca redimir su pasado y ayudar a Isabella a sanar sus heridas. Juntos, navegarán un mundo de lujo extremo, intriga y peligro, mientras Isabella lucha por proteger su imperio y reclamar su lugar como la única y verdadera Reina Oculta.
Elena Castillo, una poderosa y ambiciosa CEO en Nueva York, se encuentra atrapada en una encrucijada peligrosa cuando dos figuras enigmáticas, el implacable licántropo Damien Wolfe y el seductor vampiro Lucian D'Arcy, se disputan su lealtad y su corazón. A medida que Elena navega por un mundo donde los negocios se entrelazan con oscuros secretos sobrenaturales, descubre que su empresa es el objetivo de fuerzas que buscan destruirla desde dentro. En medio de un fuego cruzado de deseos, traiciones y pasiones incontrolables, Elena debe decidir en quién confiar y hasta dónde está dispuesta a llegar para proteger lo que ha construido. La lucha por el poder y la supervivencia pondrá a prueba no solo su fortaleza, sino también su humanidad, mientras se adentra en un juego mortal donde la línea entre el amor y la destrucción se vuelve peligrosamente borrosa.
Brit Su, una chica con un gran objetivo en su vida: conocer a sus padres biológicos y la razón por la cual la abandonaron. Ella es trabajadora, soñadora y su pasión es ayudar a los demás, se embarca en un viaje a Shanghai su tierra natal para realizar unos proyectos En el transcurso de su viaje se encuentra con Daniel Ye, un joven CEO que ve la vida en blanco y negro, el cual no cree en el amor, pero en cuanto ve a Brit queda en un estado complicado que ni él sabe si es atraccion o amor. ella lo hará ver la vida de otra manera y colores. Lo de más lo tendréis que descubrir.....
Ximena Foster, una mujer que vivió su juventud con pasión junto al amor de su vida, Dante Watson, hasta que se casó con él. Su matrimonio parecía un cuento de hadas, lleno de sueños compartidos y la promesa de una familia feliz, o eso era lo que ella siempre creyó, cegada por el amor. En el segundo aniversario de su boda, Ximena sufrió una traición inesperada por parte de Dante. La dejó contra la espada y la pared en cuanto descubrió su infidelidad. Devastada y humillada, ella juró vengarse. Apuntaría al corazón mismo de Dante. Decidió apuñalarlo con lo que más le dolía: la familia. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que involucrarse con Eric Watson? Su hermano. Sin embargo, Ximena no sabía que estaba jugando con fuego y que los hermanos Watson ocultaban un inesperado secreto sobre ella.
Charles tenía novias diferentes cada día del año, nunca salía con la misma chica. Su nombre había sido vinculado a innumerables mujeres. Autumn, por su parte, se vio obligada a casarse con Charles sustituyendo a su hermana, quien se había escapado. Su único deseo era divorciarse después de un año. Ninguno de los dos había esperado que se enamoraran el uno del otro. Tampoco esperaban que el mundo entero los desafiara. Una ex novia quien causa problemas cada dos por tres. Una hermana fugitiva quien regresa con la intención de recuperar a Charles. Una suegra que siempre se entromete en sus momentos íntimos. ¿Te gustaría leer más? ¡No dudes! ¡Vamos allá!
Clarissa Chapman, un día, al entregar preservativos a una habitación de hotel, descubrió que su cliente era su... ¿prometido? ¡Atrapó a su prometido y media hermana en la cama! ¡Solo entonces Clarissa se dio cuenta de que su novio de seis años la había engañado! ¿Qué es más ridículo? Su padre dijo que era porque ella no era atractiva y su hermana lo merecía más. Dejó a su prometido idiota, ¡se encontró con su Sr. Correcto en una aventura de una noche! Espera... ¿por qué este hombre se veía exactamente parecido al CEO multimillonario - Anderson Jordan en la televisión? Anderson era de muchas cosas, guapo, considerado y leal. Nunca imaginó que un apuesto como Anderson se enamoraría de ella, hasta ese día... Su familia de pesadilla la encontró, tratando de arrastrarla al pasado miserable... otra vez...
— ¿Por qué la máscara? —me preguntó él. Me quedé en silencio mientras él revolvía mi cabello. Me desató el lazo que recogía mi pelo y dejó que la cinta cayera al suelo. — ¿Por qué me tocas? Soy una puta para ti, ¿verdad? — le pregunté mientras lo miraba fijamente a los ojos. Él me miró pero no me respondió. ¿No me acababa de llamar puta? Enterró su rostro en mi cuello y me sopló suavemente en la cara. Eso se sintió bien. Muy bien. Cuando sus labios hicieron contacto con mi piel, me mordí los míos para evitar gemir. Podía sentir sus manos liberando mis muñecas. Mis brazos cayeron sobre sus hombros. Mis ojos estaban cerrados mientras me concentraba en los sentimientos que me estaban invadiendo. ¿Qué diablos me estaba pasando? Dos personas. De dos mundos diferentes. ¿Dominación o sumisión? ¿Tipo de relación? ¿Qué sucede cuando dos personas entablan una relación extraña, confusa e intensa? ¿Dará amor u odio?
Cheryl, una huérfana ordinaria, logró casarse con el hombre más poderoso de la ciudad. Era perfecto en todos los sentidos, excepto en una cosa: no le gustaba ella. Tres años después de su matrimonio, finalmente quedó embarazada, en el mismo día en que su esposo le entregó los papeles de divorcio. Parecía que se había enamorado de otra mujer, y por alguna razón que ella desconocía, él creía que ella también se había encaprichado de otro hombre. Justo cuando ella pensaba que su relación estaba llegando a su fin, él no quería que se fuera. La mujer ya estaba dispuesta a renunciar, pero él le confesó su amor. ¿Qué iba a hacer Cheryl en esta maraña del amor y del odio, mientras estaba embarazada?